Haití: decisiones imposibles en un sistema de salud al borde del colapso
Debido a la intensificación de los enfrentamientos armados en Puerto Príncipe, al menos el 70% de los centros de salud han cerrado sus puertas. Las estructuras que aún funcionan están atendiendo al doble de pacientes que antes, principalmente heridos de bala, víctimas de violencia sexual y personas desplazadas en un estado de grave malnutrición y sin acceso a servicios esenciales.
Ante el recrudecimiento de las hostilidades entre la coalición de grupos armados "Viv Ansanm" y las fuerzas gubernamentales en la capital, la apremiante falta de recursos y personal está obligando a los trabajadores de la salud en Puerto Príncipe a tomar decisiones imposibles. Como muchas instalaciones sanitarias han sido saqueadas o incendiadas, las pocas que aún funcionan están atendiendo al doble de pacientes que antes. Los servicios de emergencia, saturados, están al borde del colapso. Los heridos por armas, las víctimas de violencia sexual y las personas desplazadas que sufren malnutrición se encuentran entre los pacientes habituales.
"Toda la cadena de servicios de salud se está desintegrando", señaló Amélie Chbat, responsable de Actividades Operacionales del CICR en Haití.
El caso del Hôpital Universitaire La Paix (HUP), el único gran hospital público que sigue funcionando en Puerto Príncipe, refleja esta dramática situación. La escasez de medicamentos, camas y personal, sumada a la afluencia masiva de heridos, obliga a los médicos a decidir quién puede ser atendido de inmediato y quién tiene que esperar, a riesgo de perder vidas.
"Todos los días, los quirófanos están saturados. Tenemos que priorizar ciertos casos críticos y posponer otros, a veces a costa de vidas humanas", explica el Dr. Jean-Philippe Lerbourg, director médico del HUP. "Más de 400 pacientes están esperando una intervención, con una demora que puede extenderse por varios meses. Un hospital no debería tener que tomar estas decisiones", subraya.
Desde 2024, se han duplicado los pacientes ingresados en el HUP en todos los servicios. El departamento de emergencias, que solía recibir entre 800 y 1.200 pacientes por mes, ahora recibe hasta 2.000. "Vienen de toda el área metropolitana: heridos de bala, víctimas de violencia sexual, desplazados. Nuestro equipo está al límite de su capacidad", añade el Dr. Lerbourg.
Una empleada del CICR visita el hospital Saint Camille para evaluar las necesidades médicas y reforzar la colaboración humanitaria.
Un llamado urgente a respetar y proteger la misión médica
La violencia armada en Haití no solo se cobra vidas, sino que afecta de manera directa a hospitales, clínicas y trabajadores sanitarios, y priva, así, a millones de personas de gozar del derecho básico a la salud. Cada ataque a un centro médico les quita a los heridos la posibilidad de sobrevivir y dificulta cada vez más el acceso a la atención.
En febrero de 2024, y nuevamente en febrero de 2025, el ataque y el incendio en el Hôpital Universitaire d'Etat d'Haïti (HUEH), el hospital más grande del país, marcaron el comienzo de una serie de ataques a la infraestructura médica. Desde entonces, el 70 % de los centros de salud pública de la capital han cerrado, a raíz de lo cual 4,4 millones de personas han quedado privadas del acceso a la atención de salud, según la OMS, y se ha generado una situación dramática en el plano humanitario.
"Insistimos en que la misión médica sea respetada y protegida en todas las circunstancias y por todos los portadores de armas", subraya Chbat. "Garantizar el acceso humanitario a las poblaciones afectadas, así como el acceso sin trabas a la atención médica para estas poblaciones, sigue siendo una prioridad vital".
La labor del CICR
En respuesta a semejante desastre sanitario, el CICR ha puesto en marcha una respuesta de emergencia para apoyar las estructuras públicas que aún funcionan, proporcionándoles medicamentos esenciales y kits especializados para los heridos por armas, entregando combustible y equipos para mantener la infraestructura en funcionamiento y brindando apoyo financiero directo para garantizar la continuidad de los servicios.
Al mismo tiempo, se han establecido clínicas móviles en asociación con la ONG ALIMA en los sitios que albergan a los desplazados, que ofrecen atención básica a unas 50.000 personas. Este enfoque flexible permite adaptar la ayuda según los cambios que puedan producirse en el terreno.
Afluencia de pacientes en la sala de urgencias del Hospital Universitario La Paz (HUP).
Resultados de enero a septiembre de 2025
1. Apoyo médico directo
- 5 hospitales de Puerto Príncipe equipados con medicamentos esenciales, kits de primeros auxilios y apoyo financiero ingresaron y trataron a 20.207 pacientes, entre ellos 6.077 con heridas por arma de fuego.
- Apoyo a Médicos Sin Fronteras (MSF) para el tratamiento de más de 400 personas heridas por armas de fuego.
- 4 centros de salud apoyados en zonas críticas, que prestan servicio a unas 148.000 personas.
2. Fortalecimiento de la continuidad operacional
- 11.000 litros de combustible suministrados al Hôpital Universitaire La Paix.
- 880 kg de cloro entregados para combatir el cólera.
- Rehabilitación de 3 infraestructuras sanitarias (electricidad y agua).
- Se desplegaron clínicas móviles para casi 50.000 personas desplazadas (asociación Alima).
3. Evacuación de heridos y atención prehospitalaria
- 4.198 heridos o enfermos beneficiados con el programa de primeros auxilios/atención prehospitalaria de emergencia.
- 298 personas capacitadas en primeros auxilios, incluidos portadores de armas.
- Reparación de la flota de ambulancias de CAN y de la Cruz Roja de Haití, y apoyo para combustible.
- Apoyo para otorgar compensaciones al personal médico durante picos de violencia.
- Programa "Ayudar a los que ayudan": apoyo psicológico para cuidadores.
- Formación de enlaces comunitarios para evacuar a los heridos cuando las ambulancias no pueden acceder.
- Instalación de 6 puntos de estabilización previa a la evacuación para heridos.
4. Salud mental y apoyo psicológico
- Se recibieron 2.532 pedidos de apoyo psicosocial (orientación) y se coordinaron 1.345 sesiones a cargo de una organización local de apoyo psicológico (CIPUH) apoyada por el CICR.