Tejer Memoria: Gustavo y Geovanny Rubio Banegas
Gustavo Adolfo Rubio y su esposa Georgina Banegas tienen más de 18 años buscando a su hijo Geovanny. La última vez que lo vieron fue el 2 de enero de 2006, cuando decidió migrar y salió de su hogar en Las Flores, Honduras.
El dolor que provocó su desaparición fue tal que durante mucho tiempo en casa no pronunciaron su nombre. Hoy atesoran el único objeto que les queda de Geovanny: una foto pequeña donde apenas era un niño, y no sueltan la esperanza de verlo regresar o de tener noticias suyas y saber, finalmente, qué ocurrió con su hijo: si se quedó en México, si llegó a su destino o le sucedió algo en el camino.
En julio de 2023 perdieron también a su hijo Gustavo, quien falleció tras años de vivir con una enfermedad renal y partió sin saber dónde está su hermano. Los dos son recordados con amor por sus padres, especialmente cuando compartían horas en la cocina y disfrutaban de la comida casera.
Durante estos años, don Gustavo ha encabezado la búsqueda de Geovanny, pero su salud va en deterioro. Hace cinco años se unió al Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos del Centro de Honduras (COFAMICENH), donde ha encontrado un alivio moral y psicológico, y el apoyo necesario para continuar con la incansable búsqueda. Don Gustavo dice que lleva a su hijo en el corazón.
El matrimonio Rubio Banegas es parte de los miles de familias que en México y América Central buscan con urgencia respuestas sobre sus seres queridos migrantes desaparecidos.
“La muerte de nuestro hijo Gustavo nos afecta mucho porque ya nos faltan dos, pero tenemos la esperanza en Dios que Geovanny algún día va a aparecer. El pesar que a mí me da es pensar que Geovanny, si algún día aparece, va a preguntar por su hermano que murió". Gustavo Adolfo Rubio, padre de Gustavo y Geovanny