El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reitera su llamado a que se respeten y protejan de manera urgente las instalaciones médicas, de conformidad con el derecho internacional humanitario. Esta protección representa una obligación jurídica y un imperativo moral de preservar la vida humana.
En contextos de conflicto armado, los hospitales son vitales para las personas heridas o enfermas. El Hospital Al Awda, al que el CICR ya prestó apoyo en forma de insumos, hoy está bajo mayor presión, ya que es uno de los pocos centros médicos que permanecen en funcionamiento en el norte de Gaza. El Hospital Kamal Adwan y el Hospital Indonesio se encuentran completamente paralizados. Estos establecimientos llevan meses atravesando dificultades para brindar atención a los pacientes, en el contexto de continuas hostilidades que provocan daños en las instalaciones y ponen en peligro o hieren al personal, los pacientes y la población civil.
Hoy, no hay perspectivas para ningún paciente de que sus necesidades de atención médica sean del todo satisfechas. La afluencia de pacientes, cuidadores y personas civiles desplazadas en busca de un lugar seguro genera una situación que el personal sanitario no puede resolver. El contexto de creciente peligro se añade a más de un año de escasez de equipamiento e insumos médicos, combustible, alimentos y capacidades especializadas de atención de salud.
El CICR mantiene su compromiso de prestar apoyo a los servicios de atención médica siempre que sea posible, lo que incluye hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proteger al personal sanitario, preservar el acceso de la población civil a la atención de salud y facilitar los traslados de personal y equipos sanitarios.