A lo largo del año, el conflicto armado creció en magnitud, y hoy afecta a personas civiles de todo el país, sobre todo en ciertas zonas de Alto Nilo, Jonglei, Equatoria del Centro, Equatoria Occidental y Bahr el Ghazal Occidental. Muchas familias han tenido que desplazarse varias veces para preservarse del peligro.
“En todas partes del país, las personas civiles padecen las peores consecuencias del conflicto y la violencia. Huyen, intentan rehacer su vida y se ven obligadas a huir otra vez. Las hostilidades relacionadas con el conflicto armado afectaron a siete de los diez estados, y en casi todos ha habido episodios de violencia entre comunidades. El ciclo debe terminar para que la población pueda recuperarse de estos años de crisis. La situación se agrava además por los efectos del cambio climático, que afecta a más de 900.000 personas, 300.000 de ellas desplazadas”, señala Florence Gillette, jefa de la delegación del CICR en Sudán del Sur.