Comunicado de prensa

Sudán del Sur: Más de 445.000 personas desplazadas por el conflicto armado, al tiempo que el financiamiento se agota

Part of some 1,200 households of returnees the ICRC assisted in Kuajok, Warrap State in September with essential household items.

Yuba (CICR) – El recrudecimiento de la violencia en todo Sudán del Sur ha obligado a más de 445.000 personas a huir de su hogar en 2025, lo que exacerba una de las crisis humanitarias más prolongadas del mundo. Mientras el financiamiento para asistencia que se agota y los servicios esenciales están sobrecargados hasta su punto límite, las familias atraviesan cada vez más dificultades e incertidumbre. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) urge a todas las partes en el conflicto, autoridades y donantes a tomar medidas para evitar que se desate una catástrofe en los próximos meses.

A lo largo del año, el conflicto armado creció en magnitud, y hoy afecta a personas civiles de todo el país, sobre todo en ciertas zonas de Alto Nilo, Jonglei, Equatoria del Centro, Equatoria Occidental y Bahr el Ghazal Occidental. Muchas familias han tenido que desplazarse varias veces para preservarse del peligro.

“En todas partes del país, las personas civiles padecen las peores consecuencias del conflicto y la violencia. Huyen, intentan rehacer su vida y se ven obligadas a huir otra vez. Las hostilidades relacionadas con el conflicto armado afectaron a siete de los diez estados, y en casi todos ha habido episodios de violencia entre comunidades. El ciclo debe terminar para que la población pueda recuperarse de estos años de crisis. La situación se agrava además por los efectos del cambio climático, que afecta a más de 900.000 personas, 300.000 de ellas desplazadas”, señala Florence Gillette, jefa de la delegación del CICR en Sudán del Sur.
 

Solo en 2025, los efectos combinados del conflicto armado en Sudán del Sur, las repercusiones del conflicto armado en Sudán, la violencia recurrente entre comunidades y las inundaciones de gran escala han devastado a la población.

“Cuando empezaron los enfrentamientos en el poblado, hui con mis hijos sin mirar atrás. Caminamos durante días sin comer, y el más pequeño enfermó. La vida en el asentamiento temporario no es fácil. Me preocupa la seguridad de mis hijos y nuestro futuro”, cuenta Grace Wani, madre de cuatro hijos actualmente desplazada en Yambio, Equatoria Occidental. 

“Las personas desplazadas seguirán viviendo en condiciones intolerables a menos que todas las partes en el conflicto hagan lo necesario para proteger a la población civil y los objetos de carácter civil, como las tierras de cultivo y otras fuentes de sustento, las estructuras de gestión de aguas, las viviendas, las instalaciones de salud, los mercados y las escuelas”, afirma Gillette.

“Por la guerra en Sudán, tuve que huir a Sudán del Sur con mis tres hijos. Cuando por fin llegamos a Kuajok, donde vivieron mis padres, sentí alivio y tristeza a la vez. Estaba en la tierra de mis antepasados, pero no conocía a nadie. La vida era dura. Mis hijos muchas veces se iban a dormir con hambre. Después, en septiembre de 2025, el CICR llegó con asistencia para los que habíamos regresado al país. Esa noche, preparé guisantes y gachas, y mis hijos sonrieron de nuevo. Por primera vez en meses, pudimos dormir sintiéndonos a salvo y satisfechos”, relata Achol Marial, que regresó al país después de haber tenido que desplazarse a Sudán.
 

Desde el comienzo de 2025, el CICR ha prestado asistencia a 196.000 personas desplazadas y que retornaron de Sudán, en colaboración con la Cruz Roja de Sudán del Sur. El apoyo se centra en atender sus necesidades vitales por medio de ayuda alimentaria, asistencia en efectivo, intervenciones de emergencia en agricultura y ganadería, iniciativas de generación de ingresos y distribución de artículos de primera necesidad para el hogar a fin de mejorar las condiciones de vida.
 

Esto ha hecho el CICR en el país, en estrecha colaboración con la Cruz Roja de Sudán del Sur, entre enero y septiembre de 2025:

  • Prestó asistencia vital, en forma de alimentos, efectivo y artículos de primera necesidad para el hogar, a 107.724 personas desplazadas y personas que regresaron en las zonas más golpeadas del país.
  • Distribuyó semillas, estacas de yuca, herramientas y tratamiento para ganado entre 88.225 hogares agrícolas y ganaderos.
  • Realizó 3.541 cirugías en pacientes con heridas por arma en el hospital de Akobo, en el Hospital Militar de Yuba y en Renk.
  • Mejoró el acceso a agua potable para casi 95.000 personas, entre ellas familias desplazadas de Sudán del Sur, así como personas que regresaron y refugiados de Sudán.
  • Brindó servicios de rehabilitación física a 3.500 personas con discapacidad en colaboración con el Ministerio de Género, Infancia y Bienestar Social.
  • Ofreció sesiones de salud mental y apoyo psicosocial a 5.894 personas con traumas relacionados con el conflicto armado.
  • Capacitó a 3.912 personas en primeros auxilios, entre ellas trabajadores de la salud, voluntarios de la Cruz Roja de Sudán del Sur, portadores de armas y miembros de la comunidad.
  • Facilitó 18.526 llamadas telefónicas para ayudar a las personas desplazadas a restablecer el contacto con sus familiares.
  • Visitó a 5.376 detenidos en diez lugares para mejorar el trato que se les da y las condiciones en las que viven.
  • Promovió el respeto por los servicios de salud realizando actividades con 5.547 miembros de la comunidad y personal de salud.
  • Trabajó en la prevención de la violencia sexual y por motivos de género brindando formación a 473 miembros influyentes de la comunidad a fin de llegar a más de 23.000 personas con mensajes centrales sobre servicios vitales, y colaboró con la Cruz Roja de Sudán del Sur para derivar a 218 sobrevivientes a atención vital.

Contacto para los medios de comunicación:
Eléonore Asomani, CICR, Dakar, easomani@icrc.org, +221 78 186 46 87
Simon Peter Apiku, CICR, Yuba, sabucha@icrc.org, +211 912 108 019