Seguridad económica
En ningún lugar, las consecuencias de la pobreza y la crisis mundial de alimentos se sienten con más intensidad que en los países que afrontan crisis humanitarias, en especial aquellos golpeados por décadas de inestabilidad o guerras. Los conflictos armados y las crisis se caracterizan por la destrucción de la infraestructura, el desplazamiento poblacional y, casi inevitablemente, la inestabilidad económica. Con frecuencia, la vida y los medios de subsistencia —es decir la manera de generar ingresos— sufren una perturbación profunda.
La inseguridad alimentaria tiene efectos devastadores para las poblaciones civiles ya afectadas por un conflicto o una guerra, muchas de las cuales están lejos de sus hogares y comunidades. El hambre exacerba el padecimiento físico y emocional producto del conflicto. En este mismo instante, en diferentes partes del mundo, millones de personas se esfuerzan por alimentar a sus familias en medio de los obstáculos que presentan los conflictos armados, el cambio climático o los cambios bruscos en los sistemas alimentarios, energéticos y financieros.