Cité Soleil, gran barriada popular de Puerto Príncipe, apenas se está recuperando de los años de violencia durante los cuales ni siquiera contaba con los servicios más básicos, a causa de la inseguridad que reinaba en el barrio.
Cité Soleil, gran barriada popular de Puerto Príncipe, apenas se está recuperando de los años de violencia durante los cuales ni siquiera contaba con los servicios más básicos, a causa de la inseguridad que reinaba en el barrio.
Los servicios de abastecimiento de agua y de saneamiento habían dejado de funcionar. Este terreno baldío se inundó con agua de lluvia, que luego se estancó debido a la falta de redes de desagüe.
La red de distribución de agua potable estaba sumamente deteriorada a causa de la falta de mantenimiento, debida principalmente a la inseguridad. Los habitantes de Cité Soleil corrían graves riesgos, dado que debían recorrer grandes distancias para obtener agua.
La intervención del CICR, destinada a restablecer el acceso al agua potable para los habitantes del barrio, comenzó en 2005.
2007. Los residentes de Cité Soleil vienen a aprovisionarse de agua en una de las fuentes rehabilitadas por el CICR.
El terremoto de enero de 2010 dañó la infraestructura de la red de agua de Cité Soleil. El CICR intervino para reparar las numerosas fugas y renovar varios puntos de distribución de agua.
2011. Tareas de reparación y de instalación de equipos en una de las cuatro estaciones de bombeo de Cité Soleil. A la fecha, el barrio cuenta con cuatro estaciones de bombeo rehabilitadas, que abastecerán no sólo a los habitantes de Cité Soleil sino también a una parte de Puerto Príncipe.
A la fecha, se han rehabilitado y están en funcionamiento 37 de los 53 puntos de distribución de agua del barrio. Los habitantes de Cité Soleil se benefician, en promedio, de 15 litros de agua potable por persona y por día, a un precio muy accesible. Las autoridades han vuelto a asumir la plena responsabilidad del servicio de abastecimiento de agua.
Cité Soleil, barrio donde la amplia mayoría de la población vive en extrema pobreza, fue abandonado por los servicios públicos entre 2004 y 2007 debido a la inseguridad. Los servicios básicos, como el abastecimiento de agua y el saneamiento, habían dejado de funcionar. En 2005, el CICR empezó a rehabilitar la infraestructura de agua. A la fecha, el barrio cuenta con cuatro estaciones de bombeo rehabilitadas y casi 40 puntos de distribución, que garantizan el acceso constante al agua potable de los aproximadamente 240.000 habitantes del lugar.