La violencia y el conflicto en el nordeste de Nigeria siguen repercutiendo en la situación humanitaria de las poblaciones residentes y desplazadas en la región de Diffa, en el extremo sudoriental de Níger. Los combates, en ocasiones librados a escasos kilómetros de la frontera, han obligado a miles de personas a huir de nuevo y a guarecerse en la región de Diffa, en condiciones humanitarias sumamente precarias.
En colaboración con la Cruz Roja de Níger, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha emprendido diversos programas por medio de los que se ha brindado asistencia a más de 25.000 beneficiarios (residentes, desplazados y personas que habían regresado a sus hogares) en los últimos tres meses, lo que eleva a 45.000 la cantidad de personas que obtuvo ayuda alimentaria en 2014. Un cuarto de esos beneficiarios, a saber, unas 10.800 personas, recibió además lotes de artículos de primera necesidad (mantas, lonas, mosquiteros, esteras, ropa y utensilios de cocina).
"Además de satisfacer necesidades específicas, como la atención de los heridos por bala, la Institución tiene por finalidad proporcionar con máxima urgencia alimentos, agua potable y artículos domésticos de primera necesidad a los miles de desplazados –la mayoría mujeres y niños– que siguen llegando, acechados por la violencia", indica el jefe de la delegación del CICR en Níger, Loukas Petridis.
Víveres y bienes de primera necesidad para los desplazados y los residentes que padecen los efectos de la violencia
A raíz de los combates y la consiguiente inseguridad, diversos pueblos y ciudades del nordeste de Nigeria, ubicados a proximidad de la frontera con Níger, han quedado prácticamente desiertos, pues su población ha huido hacia la región de Diffa. "Contrariamente a lo que habíamos observado en desplazamientos anteriores, quienes llegan ahora parecen determinados a permanecer más tiempo en Níger", explica el jefe de la subdelegación del CICR en Diffa, Yssouf Koné. "La situación es preocupante: la presencia a largo plazo de los desplazados agudiza la presión sobre las poblaciones de acogida y los recursos de una región asfixiada por la drástica disminución de los intercambios económicos con Nigeria y una temporada agrícola y pastoral muy mediocre".
En los municipios de Bosso –en particular en las islas del lago Chad– y de Diffa, Gueskeru, Chetimari, Kablewa y Nguigmi, el CICR y la Cruz Roja de Níger prestan asistencia a los desplazados que han huido del conflicto y a diversas comunidades de acogida particularmente vulnerables.
Unas 5.000 personas, entre estas más de 1.150 residentes vulnerables, acaban de recibir víveres en Nguigmi y Kablewa. Asimismo, más de 200 hogares de desplazados recibieron lotes de artículos domésticos de primera necesidad.
En noviembre y diciembre de 2014, se proporcionó asistencia de emergencia consistente en víveres a unas 20.952 personas (miembros de 2.856 hogares de desplazados y 541 hogares de residentes vulnerables). Además, se entregaron lotes de artículos domésticos de primera necesidad a 958 hogares de desplazados.
En las islas del lago Chad, persiste una situación humanitaria muy precaria. El acceso sigue resultando problemático: los desafíos logísticos y la situación de seguridad impiden que los trabajadores humanitarios lleguen a gran parte de las personas allí cobijadas. A finales de octubre de 2014, el CICR y la Cruz Roja de Níger lograron distribuir víveres a 2.958 personas en las islas de Atchabassonori, Kwiklewa, Ali Mandula, Gadira, Kandahar Hamidu, Kandahar Yacine y Kachimba.
Atención de los heridos e incremento del acceso a la atención de salud, al agua y a la higiene
En los tres últimos meses, unos cincuenta heridos en los enfrentamientos pudieron recibir cuidados en el centro hospitalario regional de Diffa y en el centro de salud integrado de Bosso, dos estructuras que cuentan con el respaldo del CICR. Un equipo quirúrgico del CICR permaneció durante tres semanas en el centro hospitalario de Diffa, que recibió una nueva entrega de material médico, para reforzar las capacidades técnicas del personal y contribuir a la atención de los heridos. Conforme explica el responsable de los programas de salud del CICR en Níger, el doctor Agali Baye, "el equipo del CICR cooperó sobre todo con la unidad de cirugía; abordó las técnicas quirúrgicas y el seguimiento de los pacientes y, en particular, las directivas del CICR sobre el tratamiento de las heridas de bala".
En la región de Diffa, la presencia de desplazados y la precariedad de las condiciones de vida intensifican los riesgos de salud asociados a la propagación de enfermedades con elevado potencial epidémico. Con objeto de reducir al mínimo el riesgo de epidemia, el CICR financió una campaña de vacunación contra la rubeola en el departamento de Bosso (Bandi, Barua, Bosso, Dagaya y Tumur), donde reside gran parte de los desplazados. En total, se inmunizó contra la rubeola a unos 30.000 niños de entre nueve meses y catorce años, la mayoría procedentes de familias de desplazados.
En Bosso, la proximidad del río Komadugu Yobe, afluente del lago Chad, aumenta los riesgos de salud. El agua proveniente de los pozos es muy ferruginosa. La población desconfía de su aspecto rojizo y, a veces, prefiere abastecerse directamente en el lago, pese a los riesgos que ello supone para la salud. Previa concertación con la población y las autoridades locales, el CICR logró reconectar la red que abastece a la ciudad de Bosso con el pozo de Nguba, situado a 13 kilómetros, que los ingenieros de la Institución renovaron y cuya agua es de calidad muy superior. Por último, tras desplegar una campaña de sensibilización sobre la higiene del agua, se distribuyeron 850 bidones para la recolección y el almacenamiento de agua a domicilio. La localidad de Garin Dogo, en el municipio de Gueskeru, carecía de puntos de abastecimiento de agua modernos y operacionales, pese a que su población se había duplicado a raíz de la afluencia de desplazados. El CICR acaba de construir un punto de abastecimiento de agua de gran capacidad equipado con un depósito de 30.000 litros y cuatro fuentes. Así, unas 6.000 personas (desplazadas y residentes) podrán abastecerse de agua potable.
En el último año, en la región de Diffa, el CICR ha construido o renovado diez perforaciones acondicionadas y equipadas con bombas manuales, dos perforaciones artesianas, un sistema de transporte de agua de gran capacidad y un pozo.
"Nos preocupa sobremanera la cantidad de desplazados llegados en las últimas semanas y ante todo su extrema vulnerabilidad", asevera Loukas Petridis. "Algunos están heridos o enfermos y otros han perdido el contacto con sus familiares. La mayoría ha sufrido de forma directa los efectos de la violencia y ha perdido sus bienes y medios de sustento", explica el jefe de la delegación del CICR en Níger. Ahora más que nunca, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja permanece movilizado y preparado para brindar protección y asistencia a quienes huyen del conflicto y de la violencia en el nordeste de Nigeria.
Para más información:
Oumarou Daddy Rabiou, CICR, Niamey, tel.: +227 96 66 99 12
Thomas Glass, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 31 49 o +41 79 244 64 05