RD Congo: asistencia de emergencia para restablecer el suministro de agua y energía eléctrica

30-11-2012 Reportaje

Una vez más, la violencia agita la ciudad de Goma, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde alrededor de 500.000 personas han quedado sin electricidad. Con el apoyo del CICR, los ingenieros del país trabajan para restablecer este servicio básico.

El 20 de noviembre, como consecuencia de los violentos enfrentamientos que tuvieron lugar en la ciudad y las zonas aledañas, el cable de alta tensión que lleva electricidad a Goma se dañó y se cortó en varias secciones. A las 5 de la tarde, con la llegada de la noche, la ciudad quedó a oscuras. Los más de 500.000 habitantes de la zona y la gran cantidad de personas que llegaron allí huyendo del conflicto armado, que ya habían pasado por experiencias sumamente difíciles, quedaron sin luz en ciertos barrios y sin poder recargar sus teléfonos celulares, el único medio de contacto para muchas familias desplazadas y residentes en la provincia de Kivu del Norte, que desde hace más de 15 años es una zona de guerra. Sin energía eléctrica, no podían llamar a sus familiares refugiados en la periferia o fuera de la ciudad. Los edificios que alojan a prestadores de servicios básicos, como bancos de sangre o estaciones de bombeo de agua, también sufrieron las consecuencias del corte de luz. Como consecuencia, se interrumpió el suministro de agua en toda la ciudad.

Junto con las autoridades nacionales de energía y agua, el CICR se movilizó de inmediato para prestar asistencia de emergencia. La Institución facilitó combustible tanto a la entidad nacional responsable del suministro de agua, para alimentar los generadores de la estación de bombeo de Keshero (que distribuye agua en los distritos del oeste de Goma), como a la entidad responsable de la energía eléctrica, para activar el sistema de emergencia que alimenta la estación de bombeo del lago (que lleva agua a la zona este de la ciudad). Gracias al transformador donado por el CICR en 2008, que permite el abastecimiento de la red eléctrica de la ciudad, se restableció el suministro de agua. El 22 de noviembre, el 70% de la ciudad ya tenía nuevamente agua corriente.

Con la llegada de una enorme cantidad de desplazados a Goma, el agua es un recurso esencial para evitar los brotes de enfermedades contagiosas y para mantener las condiciones básicas de higiene. “Goma no cuenta con fuentes naturales de agua”, explica Florence Dapples, encargada de los programas de abastecimiento de agua y hábitat del CICR para el centro y el sur de África. “Si se interrumpe el suministro de agua, las personas van al lago a higienizarse y lavar la ropa. Así, se exponen al contagio de enfermedades”. Todos los días, el CICR lleva agua en camiones cisterna al centro Don Bosco, un lugar de alojamiento transitorio para niños separados de sus familiares o que pertenecieron a fuerzas o grupos armados, que hoy alberga a alrededor de 20.000 desplazados. También provee de agua a los hospitales de N’Dosho y Katindo, donde reciben tratamiento muchos heridos de guerra, y al centro de Nuestra Señora de África, que aloja a decenas de familias. Además, el CICR facilita combustible para alimentar los generadores de instalaciones médicas que así lo requieran, como el del hospital militar de Katindo.

Los generadores que ponen en funcionamiento las estaciones de bombeo de la ciudad no pueden estar encendidos las 24 horas; son sólo sistemas de emergencia que aseguran el abastecimiento de agua durante períodos breves de interrupción en el suministro de energía eléctrica.

Por pedido de la autoridad nacional de energía, el CICR trasladó a tres ingenieros de Bukavu a Goma. El 24 de noviembre, los tres hombres iniciaron una carrera contra el tiempo para reparar el cable de alta tensión que lleva energía a Goma. La noche del 27 de noviembre, se llegó a una solución definitiva para restablecer el servicio de electricidad en toda la ciudad. “Los habitantes de Goma son amigos, colegas y hermanos nuestros”, comenta Gérard, uno de los ingenieros provenientes de Bukavu. “Si nuestra ciudad tuviera un problema similar, ellos harían lo mismo por nosotros. Tenemos que ayudarnos entre nosotros y cumplir con nuestro deber”.

Los cientos de familias que residen o están refugiadas en Goma viven en condiciones extremadamente precarias. El CICR y la Sociedad de la Cruz Roja de la República Democrática del Congo trabajan sin descanso para aliviar el sufrimiento causado por la violencia. Restablecen el contacto entre los niños y sus familiares, distribuyen alimentos y dan tratamiento a los heridos.

Fotos

Goma. Todos los días, los camiones cisterna del CICR llevan agua a Don Bosco, un centro de alojamiento transitorio para niños. 

Goma. Todos los días, los camiones cisterna del CICR llevan agua a Don Bosco, un centro de alojamiento transitorio para niños.
© CICR / L. Pasquier / cd-e-01477

Bukavu. Léopold, electricista de la Société nationale d'électricité, carga materiales en un vehículo del CICR. 

Bukavu. Léopold, electricista de la Société nationale d'électricité, carga materiales en un vehículo del CICR.
© CICR / T. Glass

Goma. El CICR entrega 100.000 litros de agua por día en los hospitales de N'Dosho y Katindo y en el centro de alojamiento transitorio para niños Don Bosco y la parroquia de Nuestra Señora de África, que se han convertido en centros de alojamiento para personas desplazadas. 

Goma. El CICR entrega 100.000 litros de agua por día en los hospitales de N'Dosho y Katindo y en el centro de alojamiento transitorio para niños Don Bosco y la parroquia de Nuestra Señora de África, que se han convertido en centros de alojamiento para personas desplazadas.
© CICR / L. Pasquier / cd-e-01481