Desaparición en Colombia: muchas necesidades y muy pocas respuestas

25-08-2014 Reportaje

Desde 2013, el CICR ha preguntado a cientos de familiares de personas desaparecidas cómo han vivido la ausencia de sus seres queridos y el apoyo por parte del Estado. Las respuestas revelan que la falta de solidaridad de la sociedad es lo que golpeamás duro a estas familias.

Quibdó, Colombia. Una mujer que no tuvo noticias de su hijo durante 10 años muestra la foto de su reencuentro con él gracias a las gestiones del CICR. © CICR / J. Arredondo

“Estar acá con usted, pudiéndome expresar y saber que es significativo lo que yo le estoy diciendo es para mí muy importante”, dice Yaneth, una de las 226 personas que participaron en la evaluación de necesidades de familiares de personas desaparecidas, conducida por el CICR entre comienzos de 2013 y mediados de 2014.

Luego de más de 10 años de trabajo en el mundo sobre el tema, el CICR ha comprobado las graves consecuencias humanitarias de la desaparición de personas. Este problema impacta a la persona desaparecida, quien además de ser privada de libertad suele ser víctima de otros delitos como tortura, homicidio y desaparición de sus restos, pero también toca a sus allegados, que sufren la angustia ligada al desconocimiento de su paradero.

“Las necesidades de las familias suelen pasar desapercibidas. Por eso decidimos ir a diversas regiones del país a hablar con familias que viven este drama y conocer de primera mano esta experiencia de vivir con los efectos de la desaparición”, explica Nathalie Antolin, asesora de Protección del CICR en Colombia y coordinadora de la evaluación.

Durante un año y medio, los equipos del CICR realizaron este estudio en siete lugares de Colombia, los más golpeados por el problema de la desaparición: Bogotá, Buenaventura, Medellín, Meta, Pasto, Puerto Asís y San José del Guaviare. En grupos focales y entrevistas, tanto familiares como miembros de redes de víctimas y funcionarios encargados de la atención a las víctimas expresaron sus puntos de vista.

 

Así viven los familiares de los desaparecidos

Los familiares afrontan de manera constante la falta de sensibilidad y apoyo de la sociedad, que desconoce en gran medida la problemática.

  • En todas las regiones, el primer lugar de necesidades expresadas por las familias lo ocupa el saber qué pasó con los seres queridos, que los busquen y que los presuntos responsables les digan qué les hicieron y si están vivos o muertos.
  • La desaparición de un familiar causa estragos en la salud física y mental por el impacto emocional de no saber qué pasó. Enfermedades como cáncer e hipertensión se desarrollan a causa de la problemática.
  • Asimismo, la desaparición genera necesidades económicas que impactan principalmente a las mujeres cuando quien desaparece es el hombre al ser éste, en la mayoría de los casos, el principal proveedor del hogar. También la búsqueda conlleva grandes egresos económicos.
  • Los familiares sienten la necesidad de protección y de seguridad, ya que el conflicto armado y las amenazas continúan y, con ellos, el riesgo de desaparición de otros miembros de la familia.

 

Con base en estos resultados, el CICR hace un llamado a las autoridades estatales y a la sociedad en general para ayudar a aliviar el sufrimiento de los familiares de las personas desaparecidas. Tomar conciencia de esta realidad es el primer paso.

 

 

 

He aprendido a no encerrarme en mi propio dolor, dice Marisol Congolino, líder de familiares de desaparecidos. 

Buenaventura, Colombia.
“He aprendido a no encerrarme en mi propio dolor”, dice Marisol Congolino, líder de familiares de desaparecidos.
© CICR / J. Arredondo

Me siento muy triste, escribe un niño participante de un grupo focal sobre las consecuencias de la desaparición. 

San José del Guaviare, Colombia.
“Me siento muy triste”, escribe un niño participante de un grupo focal sobre las consecuencias de la desaparición.
© CICR / E. Alfonso