República del Congo: descontaminar la zona siniestrada y reunir a las familias
22-03-2012 Resumen de actividades
Tras la explosión de un depósito de municiones el domingo 4 de marzo en Brazzaville, la presencia de munición sin estallar en las zonas habitadas sigue constituyendo un serio peligro para la población y los equipos de seguridad.
"En estos momentos, lo esencial es limpiar lo antes posible la zona contaminada por munición explosiva para que las personas que viven o trabajan o que quieren volver a instalarse en ella no corran ningún riesgo", señaló Bernard Metraux, jefe de misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Brazzaville. "Para quienes no tienen noticia de algún miembro de su familia del que no se ha encontrado ni identificado el cuerpo, no saber qué ha sido de sus seres queridos resulta muy duro". Si bien ya se ha reunido a muchos niños con sus familias, otros siguen todavía separados de las suyas. En las zonas en que se ha acogido a las personas desplazadas, los centros de salud reciben grandes cantidades de enfermos. A ello se suman las graves consecuencias psicológicas que, tanto para los habitantes como para los equipos de seguridad, han tenido la violencia de la explosión y la envergadura de los daños.
Remoción de minas
En virtud de un acuerdo contraído con el Ministerio de Defensa y en cooperación con el Centro de Coordinación de Acción contra las Minas de las Naciones Unidas (UNMACC), un equipo de especialistas del CICR en neutralización de munición sin estallar lleva actualmente a cabo operaciones de limpieza y seguridad en esas zonas. Las actividades de descontaminación que dirige el CICR se centran principalmente en el Sector 1 de la zona siniestrada de Brazzaville, en que se ubican los barrios de Quenzé y Talangai, que se cuentan entre los más poblados de la capital (en torno a 350.000 habitantes) y los más fuertemente afectados. Con esta operación se intenta reducir lo más pronto posible el riesgo que corre tanto la población como los equipos de seguridad y los servicios de protección civil. Cuanto antes se descontamine la zona, antes podrán volver a sus casas las familias afectadas por el accidente.
El CICR trabaja asimismo con las Fuerzas Armadas Congolesas para limpiar de minas el hospital de Talangai, uno de los principales centros hospitalarios de la capital. El centro, contaminado ahora por la munición que la explosión proyectó hasta su recinto, y que quedó parcialmente destruido como consecuencia del accidente, requiere importantes obras de renovación.
El equipo del CICR ha puesto a disposición de los operadores sobre el terreno (tres equipos de Handicap International y uno de Demeter-Benin) una ambulancia especialmente equipada así como personal sanitario con formación en remoción de minas. Además, se ha enviado al servicio de remoción de minas de las Naciones Unidas (UNMAS) 15 botiquines de primeros auxilios (material de primeros auxilios, camillas, estetoscopios, tensiómetros, etcétera), material habitualmente a disposición en este tipo de operaciones.
A fin de apoyar las operaciones de limpieza de minas, 70 voluntarios de la Cruz Roja Congolesa con formación sobre riesgos relacionados con munición sin estallar recorren actualmente los barrios contaminados y los lugares en que se ha acogido a la población desplazada. Mediante los folletos y carteles diseñados específicamente para hacer frente a la situación, los equipos informan a la población de los riesgos, de qué actitud conviene adoptar y de los avances de los trabajos efectuados por los equipos de desminado.
Tratamiento de los cadáveres
Hasta el momento se han podido identificar 288 cuerpos en el depósito municipal de cadáveres de Brazzaville, pero todavía queda por establecer la identidad de una quincena de víctimas. En la zona del accidente en que actualmente se llevan a cabo las operaciones de limpieza de minas hay aún un número indeterminado de cuerpos. Para que las familias puedan saber qué ha pasado con sus seres queridos, un equipo del CICR, constituido por especialistas en medicina forense y en búsqueda de personas, está ayudando a las autoridades locales en el tratamiento de los cadáveres.
Además, un médico forense del CICR ejecuta y supervisa las operaciones de compilación de datos post mortem que se efectúan para el reconocimiento de los cuerpos, en cooperación con los empleados del depósito municipal de cadáveres de Brazzaville. Siete miembros de la Fundación congolesa de investigación médica tienen formación en estas técnicas.
Niños no acompañados y restablecimiento del contacto entre familiares
Gracias al apoyo de los medios de comunicación de Brazzaville, la población ha podido conocer la existencia del servicio de búsqueda de niños separados de sus familias puesto a disposición por el CICR y la Cruz Roja Congolesa. Casi 90 familias han recurrido a ambas instituciones para encontrar a sus hijos. A día de hoy, de los 48 niños no acompañados que fueron identificados por el CICR, 42 han podido reunirse con sus padres. Todavía quedan seis niños y nueve adolescentes en espera de encontrar a sus familias.
El CICR y un equipo de 17 voluntarios de la Cruz Roja Congolesa prosiguen los trabajos de identificación de niños y de búsqueda de sus familias y mantienen al día los paneles informativos instalados en los dos centros infantiles en que se acoge a los niños. El CICR ha distribuido ropa, alimentos y diversos materiales a ambos centros.
Apoyo psicológico
Desde el punto de vista psicológico, el accidente tiene importantes consecuencias para los habitantes de los barrios cercanos a la explosión. Un equipo del CICR se ha desplazado al lugar a fin de determinar las necesidades prioritarias y actuar en consecuencia.
El trabajo de las personas que intervienen directamente en la asistencia a las víctimas del accidente o en las zonas contaminadas es muy duro. Los 70 voluntarios de la Cruz Roja Congolesa que participan en las operaciones están recibiendo apoyo psicológico para ayudarlos a afrontar y a evitar que sufran estrés postraumático. Además, dos especialistas del CICR están a disposición de los empleados del depósito municipal de cadáveres que participan en las operaciones de tratamiento de los cuerpos.
Apoyo a la atención primaria de salud
Para que los centros de salud próximos a los lugares en que se ha instalado a los desplazados puedan hacer frente a la llegada de enfermos, el CICR y la Cruz Roja Congolesa han enviado a tres de ellos medicamentos suficientes para cubrir las necesidades de 1.000 personas durante tres meses.
La acción del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se lleva a cabo en coordinación con todos sus componentes presentes en la República del Congo.
Para más información:
María Puy Serra, CICR, Brazzaville, tel.: +242 05 341 70 19
Marie-Servane Desjonquères, tel.: +41 79 53 69 258