Grandes cantidades de este tipo de langostas infectaron más de 70 mil hectáreas de tierra, lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) describió como la "peor situación en 25 años" en el Cuerno de África.
La sala de maternidad es un lugar ajetreado; a veces, nacen hasta 90 bebés por día. Las parteras forman parte del personal de salud más importante de la primera línea de atención, ya que hacen todo lo que está a su alcance para que las mujeres y los bebés sobrevivan al parto.
Un año después, el CICR ayuda a las familias a dar sepultura digna a sus seres queridos. Si bien nada podrá remplazar la pérdida que han sufrido estas familias, el hecho de saber que sus seres queridos recibieron una sepultura digna y de tener un lugar para hacer el duelo y honrarlos les ayuda a aliviar el dolor.
En relación con los retos que trajo la pandemia, 21.000 personas recibieron alimentos y artículos de higiene.
Si bien la COVID-19 es causada por un virus y la tuberculosis, por una bacteria, ambas enfermedades tienen consecuencias devastadoras en los lugares de detención debido al hacinamiento, la falta de ventilación y las malas condiciones higiénicas, que aceleran la propagación de estas enfermedades. Para prevenir una potencial propagación de COVID-19, y tal como quedó demostrado en experiencias pasadas a la hora de intentar contener la propagación de la tuberculosis, las medidas de salud tuvieron que modificarse. Calambá, centro regional de tuberculosis.
In order to prevent the potential spread of COVID-19 in detention centres, past experience in containing Tuberculosis in the Philippines determined that health measures needed to be adjusted for the safety of detainees and facility staff. Calamba, Regional tuberculosis infirmary.
La COVID-19 es más que una crisis de salud, ya que los casos de violencia sexual y por motivos de género han aumentado. Intentamos atender estas cuestiones adecuando los sistemas de derivación e informándolos a las comunidades a través de comunicaciones radiales.
Durante el pico de la pandemia, los residentes apenas podían salir. Además, tomar medidas de precaución resultó particularmente difícil. Para ayudarlos en estos tiempos complejos, la Cruz Roja de Camerún instaló estaciones para el lavado de manos, entregó artículos de higiene y enseñó a niños y niñas a tomar medidas de precaución.
Haj Abdul Rahim afirma que "la clase media resultó devastada" por la pandemia.
El 4 de agosto se produjo otro hecho trágico, cuando dos explosiones de gran magnitud asolaron la ciudad de Beirut.
Su hogar se hizo añicos en una milésima de segundo, y sus pertenencias y sus recuerdos quedaron destruidos.
La especialista en prótesis y expaciente del CICR, Mahpekay Sediqy, coloca a Abdul Rashid (con una doble amputación) nuevas prótesis en el centro ortopédico de Kabul (KOO). Abdul Rashid perdió parte de una pierna cuando una granada propulsada por mortero explotó al ser llevada accidentalmente a su hogar en 2018.
Más de 30.000 personas han muerto, 4.500 están desaparecidas y miles resultaron heridas por minas o municiones sin estallar. Durante la mañana del 27 de septiembre de 2020, ambas partes en el conflicto utilizaron armamento pesado en zonas pobladas. Aquí, un hombre mira lo que queda de su hogar desde una ventana de un edificio residencial bombardeado.
Los empleados del CICR, Luis Pedro Domínguez Rosales y Erick Raul Garcia Quinones, honran a Encarnación Apen Curruchic, que desapareció en 1982 a los 18 años de edad, a causa del conflicto armado en Guatemala. Nunca se hallaron sus restos.
2020 fue un año singular y sin precedentes: desde la propagación de COVID-19 y las explosiones en Beirut hasta la operación de liberación de exdetenidos en Yemen y el agravamiento del conflicto en Nagorno-Karabaj. Esta colección de imágenes refleja momentos importantes de la acción humanitaria que llevamos adelante en colaboración con las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para asistir a las personas afectadas por conflictos armados y desastres naturales.