San Pablo – El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) contó con la representación de la asesora institucional en materia de riesgos digitales, Joelle Rizk, en un evento del G20 sobre la promoción de la integridad de la información, realizado el 30 de abril y el 1.o de mayo de 2024. El encuentro, organizado por el Gobierno brasileño como parte del ejercicio de la presidencia del G20, brindó una oportunidad única para que expertos de diversos sectores debatieran sobre la propagación de la desinformación y los discursos de odio, así como su impacto en las instituciones, las personas y la confianza.
El 30 de abril, Rizk participó en talleres con grupos de colaboración del G20 y en reuniones de carácter privado con organizaciones internacionales, grupos de reflexión y actores de la sociedad civil. Los debates tuvieron como eje la reglamentación de las plataformas digitales, la inteligencia artificial y el fortalecimiento de la resiliencia de las instituciones frente a los discursos de odio y a la desinformación, entre otras temáticas. El 1.o de mayo, Rizk formó parte de una mesa redonda pública sobre “fortalecimiento de la resiliencia: la protección de las elecciones y las instituciones públicas contra la inestabilidad política que provoca el extremismo en línea”. En el encuentro también expusieron sus ideas el director ejecutivo de Global Network Initiative, Jason Pielemeier; la enviada especial y coordinadora de Libertad Digital del Departamento de Estado de Estados Unidos, Eileen Donahoe; la embajadora en materia de tecnología de Dinamarca, Anne Marie Engtoft Meldgaard; y el Procurador General de la Unión (Brasil), Marcelo Eugenio Feitosa Almeida.
Rizk se refirió a la labor del CICR con respecto a los riesgos digitales que afrontan las poblaciones civiles durante los conflictos armados y se enfocó en el impacto de la información dañina, en particular, la desinformación y los discursos de odio.
“En el CICR, entendemos la cuestión como un aspecto más del conflicto armado desde el punto de vista de la información”, expresó Rizk, al describir que la información puede incitar a la polarización y el odio, así como perjudicar a la población civil, su seguridad y su dignidad. “La información errónea, la desinformación y los discursos de odio no respetan fronteras. Se propagan por las plataformas digitales, que ampliaron su escala, velocidad y alcance, lo cual convierte a la información perjudicial en un catalizador y síntoma de desconfianza, odio, violencia y daño, tanto en internet como fuera de ese ámbito”, explicó Rizk. “Los efectos que tiene ese tipo de información en las sociedades y sus integrantes son una de las principales preocupaciones desde el punto de vista humanitario. La diseminación de información perjudicial dificulta la protección de las personas civiles, en especial las que ya están en un estado de vulnerabilidad producto de conflictos armados y otras situaciones de violencia. Pone en riesgo su dignidad, su seguridad y su bienestar físico y mental. Es fundamental comprender el impacto que tiene esa información en la vida de las personas y también interactuar con las poblaciones afectadas para prevenir esos efectos nocivos y producir otras respuestas que fortalezcan su capacidad de acción y resiliencia”.
En una sesión de trabajo sobre el tema “integridad de la información: combate a la desinformación, los discursos de odio y las amenazas a la democracia”, se reunieron cerca de 550 expertos, profesionales y representantes estatales de más de 50 países, lo que refleja la necesidad de un debate mundial sobre la temática. El seminario se realizó en el marco de NetMundial+10, encuentro mundial sobre el futuro de la gobernanza de internet.
Esta iniciativa del grupo de trabajo del G20 relativo a la Economía Digital contó con la participación de invitados, entre otros, Paulo Pimenta, ministro de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia de la República de Brasil; Melissa Fleming, secretaria general adjunta de la ONU en materia de Comunicación Global; Tawfik Jelassi, subdirector General de Comunicación e Información de la UNESCO; y Elsa Pilichowski, directora de Gobernanza Pública de la OCDE.
Entre 2021 y 2023, el CICR formó un consejo consultivo mundial compuesto por expertos de alto nivel en cuestiones jurídicas, militares, políticas, tecnológicas y de seguridad, a fin de asesorar a la organización en cuanto a amenazas digitales y formular recomendaciones concretas sobre cómo proteger a la población civil contra esos peligros. Transcurridos esos dos años, el Consejo presentó un informe exhaustivo sobre el tema.
“El CICR mantiene un diálogo con otras organizaciones humanitarias, profesionales, periodistas, actores de la sociedad civil y empresas de redes sociales en torno a la adopción de enfoques específicos para contextos de conflicto armado”, manifestó Rizk. Además, destacó la importancia de preservar un espacio para la acción humanitaria basada en principios: “es importante que organizaciones humanitarias como el CICR no sean utilizadas para los fines de otros actores y que puedan seguir llevando adelante sus actividades en conflictos armados. La pérdida de confianza en las organizaciones humanitarias podría impedir el acceso de la población a los servicios humanitarios y conllevar la pérdida de vidas”.
Acerca del G20
El G20 está compuesto por 19 países (Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía ) y dos organizaciones regionales, la Unión Africana y la Unión Europea. Los miembros del G20 representan aproximadamente dos tercios de la población mundial.
La presidencia del grupo rota anualmente entre sus miembros. Brasil asumió esa función por primera vez en 2024. En sus inicios, el G20 se centraba en la macroeconomía, pero desde entonces amplió su agenda e incorporó otras temáticas, como el comercio, el desarrollo sostenible, la salud, la agricultura, la energía, el medio ambiente, el cambio climático, la lucha contra la corrupción y las amenazas digitales.