Los días del Ramadán siempre han sido ajetreados en Alepo. Los mercados están llenos de gente que busca alimentos y productos para sobrellevar el periodo de ayuno.
Los días del Ramadán siempre han sido ajetreados en Alepo. Los mercados están llenos de gente que busca alimentos y productos para sobrellevar el periodo de ayuno.
Abu Ahmed tuvo que cerrar su panadería en el viejo mercado durante los años de enfrentamientos en la ciudad. Hace poco reabrió la tienda y ahora vende dulces y bizcochos especiales para celebrar el mes de Ramadán.
En el mercado de Aljamilieh, uno de los más populares de Alepo, un hombre vende pétalos de flores para la preparación de mermeladas y té de hierbas. En Alepo, muchas personas perdieron el trabajo durante la guerra e intentan diversas formas de ganarse el sustento diario.
Un vendedor de tomates, rodeado de edificios destruidos por los enfrentamientos en Alepo.
Esta calle de Alepo supo ser un frente durante el combate. Hoy en día está atestada de agricultores que venden sus productos.
Esta calle es una de las tantas en Alepo que sigue plagada de minas sin estallarr, una amenaza para la vida de los transeúntes.
La vida ha regresado a Alepo oriental, pero las cicatrices de la guerra se ven en todos lados.
Los habitantes de Alepo han comenzado a regresar, pero la ciudad está devastada tras años de enfrentamientos. La falta de oportunidades y recursos dejó a muchos sin ingresos estables, y el estado de destrucción de las casas, los edificios y la infraestructura, es uno de los tantos problemas a los que los sirios se enfrentan día a día en Alepo.
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