Confidencialidad: herramienta de trabajo esencial del CICR
Para la Cruz Roja es vital crear una atmósfera de confianza para obtener acceso, abrir canales de comunicación, promover mejoras y velar por la seguridad de su personal
Para obtener acceso a las comunidades, el CICR genera relaciones basadas en la confianza manteniendo diálogos confidenciales con todos aquellos interlocutores necesarios para brindar ayuda a las personas afectadas por emergencias, ya sean de tipo natural o creadas por el hombre, como las derivadas de situaciones de violencia. La confidencialidad es una herramienta esencial que permite al CICR crear una atmósfera de confianza necesaria para obtener acceso, abrir canales de comunicación, promover cambios y velar por la seguridad de su personal.
La confidencialidad como modalidad de trabajo, se adoptó como consecuencia no solo de la experiencia adquirida por el CICR sobre el terreno, sino también del convencimiento de que es una herramienta esencial, que permite establecer y mantener un diálogo constructivo con todas aquellas personas responsables de la suerte de la población. Es por esto que el CICR requiere mantener comunicaciones confidenciales y bilaterales con las autoridades, comunidades, actores de la sociedad civil, expertos, entre otros, y espera que estas respeten y protejan la confidencialidad de sus comunicaciones.
Proteger a los trabajadores en el terreno
La confidencialidad también sirve para proteger a los colaboradores del CICR sobre el terreno. Muchos trabajan en contextos operacionales extremadamente peligrosos y su seguridad física depende de la aceptación de la presencia de la Institución en las zonas donde se desempeñan. Esta aceptación se basa principalmente en que las personas, instituciones y comunidades reconozcan la neutralidad y la independencia del CICR y comprendan que este escuchará, realizará su labor y presentará sus conclusiones de manera confidencial. El personal del CICR tiene la característica especial de poder moverse contando con la confianza de todos como única protección que las partes depositan en la Institución.
Sin la confidencialidad, el personal del CICR no podría tener acceso directo a las personas y comunidades para cumplir el cometido humanitario que le ha confiado la comunidad de los Estados.
Evitar el riesgo de politizar el debate
Dominik Stillhart, director de Actividades Operacionales del CICR, afirmó acerca de la confidencialidad que la misma "nos permite establecer relaciones que son esenciales para encontrar soluciones y para cumplir con nuestro trabajo. Al adoptar un enfoque confidencial, también evitamos el riesgo de politizar temas en el debate público y protegemos la seguridad de nuestro personal en el terreno y de las comunidades a las que brindamos apoyo. En este sentido, la confidencialidad es absolutamente relevante en el mundo de hoy".
Agregó que "la confidencialidad no es sinónimo de complacencia, ni es incondicional. Nos expresamos públicamente sobre algunas cuestiones y podemos denunciar públicamente (no judicialmente) a una parte o a una situación en particular. Pero solo lo hacemos cuando hemos agotado todos los demás medios razonables para influir a esa parte, sin haber producido el resultado deseado.
La confidencialidad no es sinónimo de complacencia, ni es incondicional (...) Podemos denunciar públicamente (no judicialmente) a una parte o a una situación en particular.
Para nosotros, nunca se trata de una decisión que tomemos a la ligera porque podría socavar la protección y la asistencia que podemos brindar. Cabe recordar que trabajamos en muchos lugares donde el escrutinio externo -por no hablar de la crítica pública- no ayuda al diálogo sobre problemas humanitarios. Toda decisión de divulgar acusaciones o denunciar públicamente a las partes debe contemplar el riesgo que podría suponer para las personas a las que intentamos ayudar, si no pudiéramos brindar la protección y la asistencia, que es nuestro propósito primordial".
El derecho a la confidencialidad
El CICR puede negarse a proporcionar información confidencial ante cortes internacionales para proteger sus actividades. No se ha concedido este derecho a ninguna otra organización, una manera de reconocer la importancia de la confidencialidad como la piedra angular de la labor del CICR. En el plano nacional, cerca de 100 países han acordado garantías judiciales específicas para que se respete la confidencialidad del CICR, ya sea mediante la adopción de legislación o mediante un acuerdo bilateral. En general, estos instrumentos estipulan que no se puede requerir al CICR ni a su personal que presten declaración.