A la una de la mañana del 10 de junio, en Mosul, exactamente un mes antes de que se tomara esta fotografía, los familiares interrumpieron abruptamente el sueño de estos dos niños. Como nos explica uno de ellos: “Corrimos a nuestros automóviles y nos dirigimos a Bartella, para quedarnos en lo de unos familiares. Luego, mi padre me explicó que hubiese sido demasiado peligroso seguir en Mosul.” Pero pronto, Bartella también se vio amenazada cuando grupos armados tomaron el control de la ciudad. Estos dos niños atravesaron graves situaciones en poco tiempo pero, a pesar de todo lo ocurrido, conservan su capacidad de sonreír y jugar.
Cuando los combates alcanzaron al pueblo de Al-Sa’diyah, Diyala, los civiles, en especial las mujeres, los niños y los ancianos, solo atinaron a correr hacia el refugio más seguro y cercano, en la ciudad de Khanaqin. La comunidad local pudo acoger a la mayoría de los desplazados en sus propios hogares. Sin embargo, como la afluencia de personas fue abrumadora, algunos de los desplazados fueron alojados en este pequeño campamento.
En un primer momento tras la huida, estas familias desplazadas de Sinjar no hallaron más protección contra el sol abrasador que un techo rudimentario. Posteriormente, fueron alojados en un campamento grande en una zona aledaña, donde deberán hacer frente a los fríos meses de invierno.
En un primer momento tras la huida, estas familias desplazadas de Sinjar no hallaron más protección contra el sol abrasador que un techo rudimentario. Posteriormente, fueron alojados en un campamento grande en una zona aledaña, donde deberán hacer frente a los fríos meses de invierno.
El trabajo en esta gobernación implica un proceso arduo y prolongado, ya que el equipo del CICR debe negociar con varias partes del conflicto en el terreno para llegar hasta las víctimas en forma segura. Las zonas de más difícil acceso para el CICR y otras organizaciones humanitarias son aquellas en donde se producen los enfrentamientos y en que, lamentablemente, las necesidades son acuciantes. Las escaramuzas comenzaron en Ramadi y Faluya en diciembre de 2013 y luego se extendieron a por lo menos otras tres gobernaciones. En enero de 2015, los equipos del CICR lograron distribuir alimentos y otros elementos de primera necesidad a 1.500 familias desplazadas en Ramadi, aún en medio de los enfrentamientos en la ciudad.
Algunas de las personas desplazadas de Mosul y de otras ciudades de la gobernación se instalaron en el área de Babel. En el subdistrito de Abu Gharaq, a unos 25 kilómetros al oeste de Babel, el CICR distribuyó alimentos y artículos de primera necesidad a 3.600 personas desplazadas, incluido este niño. Las raciones cubren las necesidades de una familia de seis miembros durante un mes. Uno de los jefes de familia expresa sentimientos encontrados cuando manifiesta que « Es la primera vez que recibimos algún tipo de ayuda de alguien ».
Esta ciudad solía ser uno de los principales centros recreativos de las familias iraquíes. Ubicado a orillas del lago Al-Habbaniyah, a 45 kilómetros al noroeste de Fallujah, este centro de grandes proporciones contaba, entre otras atracciones, con un hotel, casas residenciales y restaurantes. Pero ahora, por segunda vez en esta década, el lugar se ha convertido en un centro para refugiados, alojando a unas 13.000 personas desplazadas oriundas de Faluya, Ramadi, Ghurmah y Jurf al-Sakhr. Al igual que en otros lugares en situación de conflicto, los combates alrededor de Siyahyyah provocaron la salida de servicio de la unidad de bombeo y filtrado de agua de la ciudad. El CICR rehabilitó el equipo, que ahora suministra agua potable a las familias desplazadas. En enero de 2015, 13.200 personas desplazadas alojadas en Siyahiyyah también se beneficiaron con la distribución de alimentos y otros artículos de primera necesidad realizada por el CICR.
Desde comienzos de 2014, el actual conflicto armado en Irak provocó el desplazamiento de más de 2 millones de personas. Algunas zonas del país fueron testigo de importantes movimientos de población generados por las personas que huían de enfrentamientos combates en busca de refugio en lugares relativamente más seguros. Quienes primero respondieron a las crecientes necesidades de las personas desplazadas fueron las comunidades iraquíes de dichos lugares, que las recibieron y alojaron y les dieron comida, agua, refugio y otras formas de asistencia y apoyo. La respuesta del Comité Internacional de la Cruz Roja a las necesidades de los desplazados fue eficiente e inmediata. Hubo quienes recibieron ayuda tras solo 48 horas de haberse desplazado. Sin embargo, algunas ciudades y pueblos se vieron sobrepasados por los movimientos y la afluencia de poblaciones más numerosas que las propias.
Esta galería de fotos ilustra parte de las actividades del CICR en las diversas zonas afectadas por los enfrentamientos en Irak.