Cientos de refugiados etíopes siguen llegando a Sudán, día tras día. Exhaustos y asustados, llegan con casi nada más que la ropa que llevan puesta. Las comunidades locales en Sudán han dado cuenta de una solidaridad increíble al compartir con ellos los recursos de que disponen mientras las autoridades y las organizaciones humanitarias trabajan para ampliar la asistencia mediante la provisión de alimentos, alojamiento, agua y atención médica.
Si bien carecen de lo más indispensable, numerosos refugiados tienen una preocupación más urgente aún: comunicarse con sus seres queridos para saber si están sanos y salvos. Muchos se separaron de sus familiares en medio de la caótica huida de sus hogares; otros quedaron aislados, sin posibilidad de contactar con sus parientes, porque el servicio de teléfono y de internet sigue sin funcionar en parte del estado de Tigray.
Junto con la Media Luna Roja Sudanesa, el CICR ha establecido servicios en tres lugares diferentes cerca de la frontera para ayudar a las personas a ponerse en contacto con sus seres queridos mediante llamadas telefónicas y mensajes. La Media Luna Roja Sudanesa también presta atención médica a los refugiados.