Haití: la afluencia de pacientes heridos agudiza las necesidades de los hospitales

Algunas de las instalaciones de salud ubicadas en las zonas más golpeadas trabajan bajo presión extrema por el incremento de pacientes, y varias otras se vieron obligadas a cerrar a raíz de la inseguridad. Es desolador ver que se agotan los insumos médicos, en especial, medicamentos, equipos vitales, camas hospitalarias y productos sanguíneos.

"Recibimos muchísimos pacientes con heridas por armas de fuego. Del 29 de febrero al 15 de abril de 2024, ingresaron cerca de doscientas personas con ese tipo de heridas. En la actualidad, el hospital está saturado en cuanto a la ocupación de camas con pacientes que necesitan mucha atención", reveló el Dr. Paul Junior Fontilus, director ejecutivo del Hôpital Universitaire la Paix (HUP), el único que funciona en Puerto Príncipe.

Según el Dr. Fontilus, el personal de salud hace grandes sacrificios para ayudar a la población atrapada en la violencia armada a seguir con vida.

"Recibimos a una paciente de 15 años con un disparo en la cabeza. Antes de traerla al HUP, los paramédicos la habían llevado a varios otros hospitales para que recibiera atención. El estado de la paciente era crítico, pero aquí no teníamos especialistas en neurocirugía. Luego de mucha reflexión, finalmente decidimos ingresarla en nuestro hospital. Como se trataba de una familia pobre, aportamos 300 dólares estadounidenses para pagarle la exploración por imágenes. Tomamos todas las medidas necesarias para que otros especialistas la operaran. La cirugía salió bien pero, por desgracia, la niña falleció unos días después", agregó.

Por otra parte, algunos miembros del personal de salud no pueden trasladarse a sus lugares de trabajo; por eso, los pocos hospitales que todavía está abiertos funcionan por debajo de su capacidad. Los pacientes con lesiones o afecciones que suponen riesgo de vida ya no pueden recibir atención de urgencia. En muchas comunidades, está interrumpido el acceso a alimentos, agua y combustible, problema que se exacerba en las poblaciones más vulnerables.

"Estamos frente a una situación humanitaria sin precedentes, que se aceleró a partir de la escalada del conflicto armado, a finales de febrero de 2024. Las terribles consecuencias se observan en el gran sufrimiento de la población haitiana, en particular, en la capital, Puerto Príncipe, donde hubo varios fallecimientos, cientos de personas heridas y millones que requieren atención de salud, agua potable, alimentos y refugio imperiosamente", expresa Marisela Silva Chau, jefa de la delegación de CICR en Haití.

Al igual que los pocos hospitales que están en funcionamiento, el HUP depende del apoyo que le brindan los asociados para seguir prestando sus servicios, pero las restricciones a la circulación por la inseguridad y los cortes improvisados de carreteras obstaculizan la entrega de insumos médicos que se necesitan con urgencia y desesperación.

"Es imprescindible disponer de combustible porque las instalaciones funcionan con generadores; si no, corremos el riesgo de tener que cerrar. Pero es muy difícil abastecerse en el mercado. Nuestra demanda de oxígeno aumenta constantemente, dada la gran cantidad de pacientes que ingresan con regularidad. Y también necesitamos que nos suministren sangre", explica el Dr. Fontilus.

Para satisfacer algunas de las grandes necesidades de Puerto Príncipe, que cada vez son mayores, el CICR entregó surtidos de material quirúrgico y apósitos, equipos de protección personal, probióticos y biotratamientos para cámaras sépticas a instalaciones de salud, entre ellas, el Hôpital Saint Camille, el Hôpital Saint Luc, el Hôpital Bernard Mevs, el Hôpital Universitaire la Paix y el Centre d'Observation Médicale Siloé, en Belikou.

Desde enero de 2024, el CICR, por medio de distintas iniciativas, logró lo siguiente:

• Entregó aproximadamente 27 juegos de apósitos y 6 surtidos de material quirúrgico para el tratamiento de unos 1.700 pacientes en 6 centros de salud (hospital MSF-France, Hôpital Saint Camille, Hôpital Saint Luc, Hôpital Bernard Mevs, Hôpital Universitaire la Paix y el Centre d'Observation Médicale Siloé, en Belikou) y al personal de salud comunitario que recibió formación en primeros auxilios.
• Suministró 653.000 galones de agua, mediante actividades de distribución en camiones cisterna, a 52.800 personas asentadas en 5 instalaciones para personas desplazadas y en otras 14 zonas.
• Distribuyó artículos de aseo, lonas y lámparas solares a más 2.000 personas desplazadas.
• Donó 360 kg de probióticos y 340 litros de biotratamientos para cámaras sépticas a 5 hospitales (Hôpital Universitaire la Paix, Centre Hospitalier Fontaine, Hôpital Saint Luc, Bernard Mevs, Centre Hospitalier Foyer Saint Camille), junto con equipo de protección personal, para promover la higiene en esas zonas, así como para reducir las infecciones y las enfermedades intrahospitalarias.
• Donó 3.000 galones de combustible diesel al HUP, para contribuir a que siga funcionando ante los cortes de energía frecuentes.
• Donó 100 colchones a Médicos sin Fronteras (MSF).
• Brindó formación en primeros auxilios a 27 integrantes de las comunidades afectadas por situaciones de violencia armada y donó 8 botiquines de primeros auxilios.
• Ofreció formación en técnicas para reducir tensiones a 14 formadores del centro nacional de ambulancias, de Médicos sin Fronteras y del servicio de ambulancias de la Cruz Roja de Haití.
• Entregó equipo de protección personal a 25 voluntarios del servicio de ambulancias de la Cruz Roja de Haití.
• Prestó apoyo al servicio de ambulancias de la Cruz Roja de Haití, que brindó atención de urgencia a 75 pacientes.
• Donó e instaló dos tanques de agua de 1.700 galones en dos lugares, para aumentar la capacidad de almacenamiento.