"Hija mía, aún estoy viva"

  • Boon Auan Khamsook nació en una remota aldea al noroeste de Camboya. En 1974, cruzó la frontera con Tailandia para vender carbón. Cuando los jemeres rojos cerraron la frontera, quedó atrapada del lado tailandés y no pudo regresar a su hogar. Fue la última vez que vio a su familia. Aquí vemos a Boon Auan hoy, junto a su marido tailandés, Malee Khamsook, en la puerta de su casa en la provincia de Si Saket, en Tailandia.
    CC BY-NC-ND / CICR / Nic Dunlop
  • El año pasado, Boon Auan recibió una llamada de un número desconocido. "Lo primero que escuché cuando atendí el teléfono fue 'Hija mía, ¡aún estoy viva!'. Me quedé sin palabras. Podía recordar la voz de mi madre. Me sentí tan feliz y agradecida." Después de años de separación, guerra civil y ocupación, Boon Auan había localizado a su familia en Camboya.
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  • Boon Auan se dirige a la frontera para visitar a su familia en Camboya, por primera vez en más de cuarenta años.
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  • Boon Auan llega a la casa donde se crio para rendir tributo a su madre por primera vez en muchas décadas. Su madre, Kul Art, quien ahora tiene 77 años, recibe una ofrenda simbólica de incienso y dinero.
    CC BY-NC-ND / CICR / Nic Dunlop
  • Luego llega una hermana y más tarde otro de sus hermanos. Rápidamente se reúnen varios familiares de todas las edades para verter agua sobre la anciana. Esta ceremonia se llama Srong Peah. Se trata de una ceremonia de limpieza para que el agua se lleve los pecados de quienes la realizan, para pedir perdón por los errores del pasado y para desear salud a los ancianos.
    CC BY-NC-ND / CICR / Nic Dunlop
  • Tras la ceremonia, Boon Auan seca a su madre con toallas y los típicos pañuelos kramas. "Ahora estoy feliz, sin preocupaciones", afirma con evidente alivio. "He esperado este momento durante más de cuarenta años".
    CC BY-NC-ND / CICR / Nic Dunlop
  • Boon Auan, junto con su hermana, Rim Ean, y su madre, Kul Art, miran fotos familiares de una vida que nunca llegó a conocer. Una historia familiar marcada por desplazamientos y guerras.
    CC BY-NC-ND / CICR / Nic Dunlop
  • Al reflexionar sobre la vida que llevó lejos de sus seres queridos, Boon Auan siente notablemente el desarraigo. Su familia tuvo que soportar los horrores de los jemeres rojos y años de conflicto. Si bien este reencuentro nunca podrá compensar los años de separación, a los miembros de esta familia poco les importa. Solo sienten alivio por saber que Boon Auan está bien y que es feliz.
    CC BY-NC-ND / CICR / Nic Dunlop
04 enero 2018

Cada año, miles de familiares quedan separados a causa de conflictos, desastres o migración. La pérdida del contacto con los seres queridos y el hecho de no saber dónde y cómo están causa terribles sufrimientos.

El CICR y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja trabajan juntos en todo el mundo para localizar a personas y ponerlas de nuevo en contacto con sus familiares. Esta actividad abarca la búsqueda de familiares, el restablecimiento del contacto entre familiares, la reunión de familiares dispersos y el esclarecimiento de lo sucedido a las personas dadas por desaparecidas.

En Camboya, el éxito ha sido extraordinario. Tras décadas de guerra civil, bombardeos, masacres y hambruna, cerca de 36.000 personas han sido reunidas con sus familiares. Para obtener más información sobre nuestro servicio de búsquedas, haga clic aquí.