Nigeria: una región al borde del colapso
El conflicto armado en el noroeste de Nigeria entre la oposición armada y el ejército nigeriano se ha cobrado miles de vidas y obligado a más de dos millones de personas a huir. Además, muchas personas han sido secuestradas, incluyendo más de 200 estudiantes de Chibok en abril de 2014. La situación ha degenerado en una crisis humanitaria regional, afectando también a los países vecinos Camerún, Chad y Níger.
Una de las principales preocupaciones de los desplazados internos es la falta de víveres y recursos. Algunas familias sobreviven con apenas un poco de arroz cada día. El CICR es una de las pocas organizaciones internacionales presentes en el terreno para prestar asistencia.
Debido al número de personas desplazadas, multitud de ciudades como Maiduguri, han visto sus infraestructuras existentes al borde del colapso.
La mayoría de los desplazados se han asentado en escuelas, edificios gubernamentales o con familias de acogida, lo que representa una pesada carga para las comunidades afectadas, ya de por sí empobrecidas.
Cuando las familias tuvieron que huir de sus hogares, dejaron los campos abandonados. La producción agrícola y el comercio han disminuido, lo que está afectando a todo el tejido socioeconómico. Muchas personas desplazadas que han huido también han perdido el contacto con sus familiares.
Muchas personas que huyen de la violencia no tienen acceso a atención médica. Las mujeres embarazadas han tenido que dar a luz en condiciones muy difíciles. Los cirujanos se enfrentan a lesiones que por lo general no están acostumbrados a tratar, producidas por explosiones de bomba o bala.
La comunidad internacional tienen un papel crucial que desempeñar en la curación de las heridas físicas y psicológicas que se están infligiendo a la población civil. Se debe continuar con el apoyo y la asistencia a las comunidades afectadas para que las huidas en medio de la noche y las pesadillas vividas en la selva por miles de mujeres, niños y ancianos sean cosa del pasado.
Artículo publicado originalmente por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, como parte de una serie de doce historias sobre el conflicto armado y la situación humanitaria en el nordeste de Nigeria y los países de la cuenca del lago Chad.