Panamá: llamadas que traen alivio y risas a los migrantes en el Darién y sus familias
El camino que dejan atrás las personas que llegan a la Estación de Recepción Migratoria de Peñitas, en Panamá, ya ha sido suficientemente largo y peligroso, pero todavía tienen por delante varias fronteras y miles de kilómetros más por recorrer. En este punto selvático, nuestros colegas de la Cruz Roja Panameña (CRP) ofrecen servicios de Restablecimiento del contacto entre familiares (RCF), para que las personas migrantes puedan comunicarse con sus seres queridos.
Esta semana acompañamos a la CRP y a la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) en esta actividad, y también colaboramos con la distribución de mosquiteros en Peñitas. Junto con nuestros colegas del Movimiento de la Cruz Roja visitamos asimismo la comunidad de Bajo Chiquito, el primer punto a donde llegan los migrantes.
Un verdadero trabajo en equipo
El 8 de mayo fue el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, y nuestros colegas en Panamá lo celebraron trabajando como un verdadero equipo: ese día, en la visita al Darién uno de los carros de la FICR se quedó atascado debido a las dificultades del terreno y un vehículo del CICR acudió al rescate. "Henry Dunant (fundador del Movimiento) estaría orgulloso", bromeó Andrea, colaboradora del CICR.
María Mosquera es estudiante de Educación, madre de dos hijos pequeños y colabora desde hace tres años como voluntaria del comité de El Real en Darién. Ha participado anteriormente en Peñitas en actividades de primeros auxilios, salud, y agua y saneamiento, y actualmente es una de las voluntarias que trabajan en el punto de RCF de la CRP en esa localidad.
Una de las cosas que más la emocionan, relata, es ver a los niños migrantes cuando escuchan nuevamente la voz de un ser querido. "Es algo que no se puede fingir", afirma.
Chancel, del Congo al Darién
Chancel dejó la República Democrática del Congo en busca de otros destinos y desde hace dos meses se encuentra en Peñitas. Conoce a la Cruz Roja y al CICR sobre todo por sus actividades de ayuda en la guerra que padece su país de origen.
"Este servicio (RCF) es muy útil, ya que muchos aquí no tienen teléfono y el silencio en las redes sociales, ver que la última conexión fue hace meses, inquieta a nuestros familiares", explica. Estos llamados telefónicos son útiles para las personas migrantes y también provocan felicidad en los familiares que los reciben, sostiene.
Agradecido, antes de despedirse de nosotros Chancel se ofreció a colaborar con la Cruz Roja en lo que fuera necesario.
De la preocupación a la risa
"Vi a muchos migrantes serios y preocupados por las condiciones de vida en el trayecto migratorio, que, sin embargo, al momento de hacer la llamada y escuchar la voz de sus familiares reían con esas risas que se contagian", cuenta Andrea Riera, oficial de Cooperación del CICR e integrante de esta misión al Darién. Uno de ellos -agrega- hablaba lingala, una lengua bantú que se habla en el noroeste de la RD Congo y que en Peñitas muy pocos comprendían. "Pero sus risas eran tan fuertes que terminamos riéndonos todos los que estábamos cerca", recuerda.
Se lo veía tan feliz... que quienes estábamos cerca nos sentíamos felices por él.
Andrea Riera, oficial de Cooperación del CICR en Panamá
La labor del Movimiento en el Darién
El CICR, junto con la CRP y la FICR trabajan para atender a las necesidades de las personas migrantes que llegan a Panamá. Esta atención se enfoca particularmente en la zona del Darién, que sigue siendo una de las rutas más peligrosas del mundo dado que es una zona selvática, de terreno y clima pesado, con una multitud de riesgos que van de la falta de acceso a la salud, la deshidratación, la falta de comida, las enfermedades, pero también el trauma físico, secuestros, violencia sexual y extorsiones, incluyendo a desapariciones y a veces la muerte.
El CICR apoya a la Cruz Roja Panameña en el desarrollo de sus actividades, en particular con el apoyo técnico y financiero al comité de Darién, así como en el desarrollo de los servicios de RCF.
En la Estación de Recepción Migratoria de Peñitas se ofrecen llamadas telefónicas a sus familiares y se prevé ampliar esta actividad a la búsqueda de familiares con quienes han perdido el contacto o que están desaparecidos, y a la instalación de puntos de conectividad a internet.
Los migrantes en el Darién y la COVID-19
Al inicio de la crisis por la pandemia de COVID-19 el CICR entregó equipos de protección personal para que los colaboradores de la CRP pudieran llevar adelante estas actividades en favor de la población migrante de manera segura.
"Las personas migrantes siguen siendo una prioridad y se encuentran aún más afectadas y vulnerables frente al COVID-19. Continuamos trabajando en el marco de los principios de humanidad, independencia, neutralidad, imparcialidad, y apoyando a la CRP, de acuerdo con nuestras capacidades", explicó el jefe de la delegación regional del CICR en Panamá, Giuseppe Renda.
"Es fundamental preparar y proteger al personal de la CRP que puede estar expuesto a una posible contaminación. En este sentido, nos alegra poder apoyar a nuestros compañeros de la Cruz Roja Panameña para que sus equipos puedan brindar de manera segura su asistencia humanitaria cuando y donde se necesite", agregó Sebastian Bustos, delegado de protección del CICR en Panamá.