Nueve niños centroafricanos entre 4 y 16 años de edad, que se habían refugiado en la República Democrática del Congo en 2013 y 2014, están próximos a regresar a sus hogares. Antes del vuelo que los llevará a Bangui, se toman una fotografía en el aeropuerto de Gbadolité (República Democrática del Congo).
Los voluntarios de la Cruz Roja de los países vecinos de la República Centroafricana facilitaron el reencuentro de estos niños centroafricanos con sus familiares. Johnson, responsable del programa de Restablecimiento del contacto entre familiares (RCF) en Gbadolité (República Democrática del Congo), despide a los niños. Fue el responsable de buscarlos en los distintos centros de refugiados para enviarlos de regreso a la República Centroafricana.
En 2013, Jean Pierre estaba en la escuela cuando estallaron los tiroteos en su barrio. Entonces se vio obligado a huir y se refugió en Zongo, ciudad congoleña frente a Bangui, en la otra orilla del río Oubangui. Cuando se reencontró con sus abuelos, Jean Pierre no pudo contener las lágrimas.
En 2013, Jean Pierre estaba en la escuela cuando estallaron los tiroteos en su barrio. Entonces se vio obligado a huir y se refugió en Zongo, ciudad congoleña frente a Bangui, en la otra orilla del río Oubangui. Cuando se reencontró con sus abuelos, Jean Pierre no pudo contener las lágrimas.
Los hermanos Christabelle, Dieu-Merci y Aron Prince son los más pequeños entre los nueve niños que el CICR reunió con sus familiares, luego de más de dos años de separación. Tienen, respectivamente, 7, 6 y 4 años de edad.
Assel, de 10 años de edad, huyó de su hogar en marzo de 2013, cuando un grupo de hombres armados ingresó en su barrio. A su regreso, la recibió su abuelo Thomas, quien pensaba que no volvería a verla y sintió una profunda alegría al reencontrarse con su nieta.
Thomas muestra el primer mensaje con noticias de Assel, recibido de la Cruz Roja en 2013, tranquilizándolo porque su nieta estaba viva. Guardó celosamente el mensaje en espera del regreso a casa de su nieta.
Gordon Jordon también volvió a su casa luego de más de dos años de separación, durante los cuales vivió en la República Democrática del Congo. Después de tantos meses de espera, su tío Dieudonné se sintió muy aliviado y firmó el certificado que acredita el regreso de su sobrino a Bangui.
Cuando los enfrentamientos y la violencia afectaron la ciudad de Bangui en 2013 y 2014, miles de personas debieron huir a la República Democrática del Congo, país vecino de la República Centroafricana. Entre ellos había numerosos niños, algunos de sólo dos años de edad. El 9 de septiembre llegó la hora del regreso para nueve de ellos. Jean Pierre, Assel, Gordon y otros seis niños pudieron reencontrarse con sus familiares y poner fin al dolor de la separación. Esos instantes de emoción fueron posibles gracias al programa de Restablecimiento del contacto entre familiares (RCF) del CICR y a la participación de los voluntarios de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja.
Actualmente, centenares de niños centroafricanos no acompañados esperan regresar a sus hogares, reanudar una vida normal y volver a la escuela. Su situación sigue siendo motivo de grave preocupación para el CICR, que hace todo cuanto está a su alcance para reunirlos con sus familiares, pese a la inseguridad y la violencia que persisten y ponen en situación de separación a más familias aún. Desde principios de 2015, 99 niños pudieron reunirse con sus seres queridos en la República Centroafricana. Otros seis niños se reunieron con sus familiares en países vecinos.