Abdullahi Abdrahman espera que comience la distribución de alimentos. En los últimos meses, este hombre de 70 años de edad recorrió 200 km a pie en busca de alimentos y agua para su familia, y pasto para los débiles animales que quedan en su rebaño. Ya perdió 450 cabezas de ganado ovino, bovino y caprino desde que comenzó la sequía. Abdullahi es una de las 90.000 personas que recibieron alimentos en la región de Galgaduud.
CC BY-NC-ND / CICR / Anisa Hussein
Las mujeres se dirigen en grandes números a buscar alimentos para su hogar. Cada familia recibió raciones alimentarias de 50 kg de arroz, 25 kg de alubias, 12,5 kg de papilla y 10 litros de aceite para ayudar a hacer frente a la sequía.
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Un voluntario de la Media Luna Roja Somalí ayuda a Fatuma Ali a cargar un costal de arroz que recibió del Comité Internacional de la Cruz Roja. Hace cinco meses, Fatuma se mudó desde la localidad de Beletweyne a raíz de la prolongada sequía que acabó con su ganado.
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Ha llegado la hora del almuerzo para esta familia. Farhiyo Mohamed migró de la región de Hiran a Galgaduud a causa de la prolongada sequía y de los enfrentamientos entre tribus que se disputan tierras de pastoreo. Actualmente, vive en un campamento en las afueras de Guriel, donde hace lo posible por cuidar a sus nueve hijos. Su marido se llevó el poco ganado que les quedaba hacia el norte del país en busca de pasto y agua.
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Hawa Khalif prepara papilla para el almuerzo de sus siete hijos. Los nutrientes de la papilla de supercereales ayudan a prevenir deficiencias alimentarias en niños en edad de crecimiento. Pueden utilizarla tanto embarazadas como lactantes para proteger a sus hijos.
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Fadhumo, de tres años de edad, come la papilla de supercereal que cocinó su madre, Hawa Khalif. Esta papilla, mezcla de maíz y soja, es muy nutritiva y valiosa para los niños menores de cinco años y las madres lactantes.
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Las personas desplazadas que viven en el campamento de Sayla, en la localidad de Guriel, recibieron alimentos y artículos domésticos de primera necesidad: lavabos, bidones, lonas, utensilios de cocina, colchonetas para dormir, mosquiteros y artículos de aseo.
Si bien los pastores somalíes están acostumbrados a las condiciones severas, una sequía prolongada ha dejado a muchos de ellos al borde de la inanición. Gracias al apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja, 90.000 personas, tanto en los pueblos como en los campamentos para desplazados internos, han recibido alimentos en el último tiempo. Entre esas personas, hay 9.000 familias desplazadas que además recibieron colchonetas, utensilios de cocina, lavabos, bidones, lonas, mosquiteros y artículos de aseo.
