Ante la escalada del conflicto en la región del Alto Nilo, decenas de miles de personas han sido desplazadas y hoy viven en la aldea de Aburoc.
Ante la escalada del conflicto en la región del Alto Nilo, decenas de miles de personas han sido desplazadas y hoy viven en la aldea de Aburoc.
La situación ha obligado a familias enteras a vivir bajo los árboles. Carecen de lo más básico para vivir: alimento y agua.
El desplazamiento masivo ha elevado drásticamente el número de personas que viven en Aburoc. Esto genera una elevada demanda de los recursos básicos, como el agua.
Las personas que hoy viven en Aburoc deben sobrevivir con un litro de agua por día cada una.
El agua disponible es de muy mala calidad y podría ocasionar enfermedades.
Hay solamente tres bombas manuales para decenas de miles de personas.
Una vaca bebe agua de un charco de barro al lado de una de las tres bombas manuales disponibles. El ganado tiene una importancia vital para los habitantes de Sudán del Sur.
La mala calidad del agua y la escasez de este recurso han elevado el índice de enfermedades transmitidas por el agua.
"Tengo que hacer fila durante horas y horas para conseguir agua." Nyanini, una joven de diecinueve años de Kodok, se mantiene a ella misma y a su madre vendiendo té.
"Me levanto todos los días a las tres de la mañana a buscar agua para mi familia. Lo que me dan apenas alcanza para beber y cocinar. Asearse es un lujo." Nygiealh tiene 44 años y tres hijos. Se desplazó de Malakal a Wau Shilluck, de ahí a Kodok y de Kodok a Aburoc.
Para dar una respuesta rápida a la emergencia y prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, el CICR cava pozos y distribuye bidones y jabón entre las familias de Aburoc.
Decenas de miles de personas también han recibido lonas impermeables y mosquiteros.
En los últimos meses, decenas de miles de personas de Sudán del Sur han huido de sus hogares en la región del Alto Nilo a causa de los enfrentamientos que tienen lugar en esa zona.
Para algunos, ya es la segunda o tercera vez que se ven obligados a dejar todo y escapar. Hoy viven en refugios improvisados y precarios. La situación podría empeorar cuando deban afrontar las inclemencias del clima con la caída de las primeras lluvias estacionales.