Georgi espera, haciendo fila, en uno de los puntos de distribución de agua del CICR.
Un voluntario de la Cruz Roja de Sudán del Sur, capacitado por el CICR, prepara productos químicos para tratar el agua y hacerla apta para el consumo humano.
Los pobladores van a buscar agua potable a uno de los puntos de distribución de agua del CICR. Para ayudar a detener la propagación del cólera, el CICR instaló estos puntos de agua en zonas propensas al cólera, en los alrededores de Yuba.
Muestras de agua tratada y sin tratar, una al lado de la otra.
Verónica lleva el agua a casa, para su familia.
Un voluntario de la Cruz Roja de Sudán del Sur, capacitado por el CICR, agrega productos químicos a los depósitos de agua para potabilizarla.
Jennifer, en uno de los puntos de distribución de agua del CICR.
Los camiones cisterna hacen fila para ser cargados de agua potable en la planta de tratamiento del agua del CICR. En Yuba, la red de distribución del agua no llega a todas las zonas y la población depende, en gran medida, del agua suministrada por los camiones cisterna comerciales.
Una niña recoge agua potable en uno de los puntos de distribución de agua del CICR.
El río Nilo es la principal fuente de agua en Yuba. Muchas personas consumen agua sin tratar, directamente del río. Esto puede conducir a la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. Cada año se producen epidemias de cólera.
El estallido de violencia que se produjo en Yuba el mes de julio obligó a los pobladores a abandonar sus hogares. Numerosas personas fueron heridas o asesinadas. En Yuba, la red de distribución del agua no llega a todas las zonas, y la población depende, en gran medida, del agua suministrada por los camiones cisterna comerciales. Debido a la falta de seguridad, algunas zonas son de difícil acceso, por lo que el abastecimiento de agua se ha vuelto irregular.
La falta de agua limpia conduce a un aumento de las enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. En el brote actual, ya se han registrado alrededor de 1.000 casos. Inmediatamente después del comienzo de los enfrentamientos, el CICR puso en marcha, con carácter de emergencia, una planta para el tratamiento del agua y comenzó a producir agua limpia y a hacerla llegar a los sitios de desplazamiento y a los centros de salud.
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