"Apenas el 20 % de las instalaciones de salud de Jartum siguen funcionando: un verdadero colapso del sistema justo cuando más se lo necesita. Por eso, era cuestión de vida o muerte hacer llegar estos suministros médicos esenciales a los pocos hospitales que hoy funcionan", explica Alfonso Verdú Pérez, jefe de la delegación del CICR en Sudán. "Los hospitales también necesitan con urgencia agua, electricidad y un entorno seguro para los pacientes y el personal. Llamamos a todas las partes a respetar el trabajo del personal sanitario, del que dependen muchas vidas".
Hasta el momento, según las autoridades sanitarias de Sudán, fallecieron más de 700 personas y resultaron heridas más de 5.000 desde que comenzaron los enfrentamientos, el 15 de abril. Por otra parte, se han producido graves daños a obras de infraestructura civil esencial, como centros de salud e infraestructura de agua y electricidad, que han dejado a una ciudad capital con cinco millones de habitantes sin acceso a servicios básicos. Al mismo tiempo, sigue habiendo alarmantes denuncias de ataques contra miembros del personal de salud, instalaciones sanitarias y ambulancias.
Además de entregar suministros quirúrgicos en colaboración con el Ministerio Federal de Salud, el CICR está cooperando estrechamente con la Sociedad de la Media Luna Roja Sudanesa, cuyos voluntarios colaboran en la recuperación e identificación de restos humanos. El CICR también mantiene un diálogo con todas las partes en el terreno para facilitar la evaluación médica de los heridos y para continuar recordándoles sus obligaciones en el marco del derecho internacional humanitario.
Alyona Synenko, CICR Nairobi, tel: +254 716 897 265, asynenko@icrc.org