El conflicto en Malí
Sequías e inundaciones han afectado a millones de personas en Malí, provocando escasez de alimentos y violencia política, lo que a su vez ha llevado a numerosos malienses a abandonar sus hogares. El CICR ayuda mediante programas de vacunación de ganado, distribución de socorros, rehabilitación de sistemas hídricos y apoyo al sistema de salud.

2014. Zona de Gao, Tabakort, Malí. El CICR distribuye alimentos y artículos esenciales entre personas desplazadas. CC BY-NC-ND / CICR
Durante los últimos años, la vida no ha sido fácil para la población del norte de Malí. Las cosechas se perdieron debido a las sequías y las inundaciones, y hay dos millones de personas afectadas por la escasez de alimentos.
"La inseguridad y el miedo afecta toda nuestra vida. Estamos listos para huir en cualquier momento. Pero es difícil saber a dónde ir." La crisis humanitaria cada vez más grave de #Mali. Más del 20% de la población necesita asistencia. pic.twitter.com/o18O7La1Pw
— CICR (@CICR_es) 6 February 2018
Las perturbaciones en la economía han desatado la violencia política, que a su vez ha llevado a numerosos malienses a abandonar sus hogares. El CICR ayuda a las comunidades en el norte de Malí a alcanzar el autoabastecimiento, para lo cual vacuna el ganado y distribuye alimentos, semillas y artículos domésticos esenciales.
Cuando las personas huyen de sus aldeas, es posible que terminen en un lugar más seguro, pero se hallan en la indigencia más absoluta. Ya no pueden dedicarse a la agricultura ni alimentar su ganado.
Jean-Pierre Nereyabagabo, coordinador de programa del CICR
El drama de la sequía en Malí
En el norte de Malí, zona desértica y árida, el acceso al agua suele ser difícil, incluso imposible, para la población. Eso sucede, por ejemplo, en Likraker, aldea de la comuna de Salam, región de Tombuctú.
Likraker, región de Tombuctú, Malí. Equipos del CICR rehabilitaron el sistema de distribución de agua potable y construyeron dos fuentes para abastecer a unas 1.200 personas y su ganado. CC BY-NC-ND / CICR / H. Ould Aly
Para satisfacer esta necesidad esencial en la localidad de Likraker, que ha sufrido los efectos de la crisis, el CICR acaba de proceder a la rehabilitación del sistema de distribución de agua potable y a la construcción de dos fuentes que servirán para abastecer a unas 1.200 personas y su ganado.
¿Cómo va la cosecha? En 2016, ayudamos a más de 9.000 familias en #Malí a mejorar sus actividades agrícolas. Vía @ICRC_Africa pic.twitter.com/cXoNbI2A4L
— CICR (@CICR_es) 7 February 2017
La salud en Malí: atender a los heridos en medio del caos
A raíz de los enfrentamientos, el hospital de Gao, en el norte de Malí, quedó sumido en el caos, imposibilitado de brindar asistencia, en momentos en que las víctimas de los conflictos tenían más necesidad de recibir atención de emergencia. Con el apoyo del CICR, el hospital volvió a funcionar normalmente.