Refugiados y desplazados en la República Democrática del Congo (RDC)

La República Democrática del Congo (RDC) registró en 2016 la mayor cantidad de desplazados del mundo: casi un millón de personas debieron huir de sus hogares.

Territorio de Walungu, Mushangi, República Democrática del Congo (RDC). El CICR proporciona alimentos a 1.750 familias desplazadas y residentes. CC BY-NC-ND / CICR / J. Schneider 

Territorio de Walungu, área de Luntukulu, Mushangi; República Democrática del Congo (RDC. El CICR proporciona alimentos a 1.750 familias desplazadas y residentes. CC BY-NC-ND / CICR / J. Schneider

La violencia y los reiterados enfrentamientos que tienen lugar en varias provincias de la República Democrática del Congo (RDC) provocan alarmantes niveles de sufrimiento humano y desplazamientos.

El CICR está especialmente preocupado por los siete millones de personas que necesitan ayuda humanitaria urgente; más de la mitad de ellas han tenido que desplazarse a causa de la violencia.

Durante 2016, en la República Democrática del Congo (RDC), se produjeron novecientos veintidós mil desplazamientos —la cifra más alta del mundo— a causa de ataques y conflictos armados, y, sin embargo, la crisis recibió relativamente poca atención internacional. Para finales de ese año, se estima que 6,9 millones de personas necesitaron asistencia humanitaria en forma urgente, entre ellos, más de 4,2 millones de niños. En la actualidad, hay 3,8 millones de desplazados que están lejos de sus hogares, pero dentro del país.

La atención reciente que despertó la República Democrática del Congo (RDC) se ha centrado en la región de Kasai, que comprende nueve de las veintiséis provincias de dicha república democrática.

Los problemas y la extrema violencia en la vecina región de Kasai obligaron a desplazarse a más de un millón de personas. En la actualidad, el CICR y la Cruz Roja de la República Democrática del Congo ayudan a 29.000 personas de las provincias de Kasai Central y Kwilu, y se disponen a prestar más asistencia a los desplazados y a quienes regresan a su hogar.

Restablecer el contacto entre familiares separados

Para facilitar el restablecimiento del contacto entre familiares separados, el CICR, en colaboración con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja locales, activa su red de búsquedas y también propone soluciones innovadoras para los refugiados, como por ejemplo la distribución de tarjetas SIM y recargas para sus teléfonos celulares.

Muchas familias congoleñas huyeron hacia Angola, donde ahora viven en la provincia de Lunda Norte. Algunas personas se separaron de sus seres queridos mientras huían en busca de seguridad. 

Durante su primera llamada telefónica, Maria Nganza está ansiosa de decirles a sus familiares en República Democrática del Congo que se está viva. Su hijo, a quien tiene en brazos, nació en el centro de acogida de Cacanda, después de que huyera de la violencia en la región de Kasai.

Durante su primera llamada telefónica, Maria Nganza está ansiosa de decirles a sus familiares en República Democrática del Congo que se está viva. / CICR

El CICR y la Cruz Roja de Angola facilitan llamadas telefónicas de desplazados y refugiados de la República Democrática del Congo (RDC) a sus familiares.  CC BY-NC-ND / CICR / Hilton Zvidzayi

Volver a casa: el sueño de los desplazados y refugiados en la RD Congo

En algunas zonas de la República Democrática del Congo (RDC), los pobladores desplazados han logrado regresar a sus hogares.

En 2012 y 2013, miles de personas debieron abandonar sus hogares en el territorio de Malemba Nkulu, en la zona norte de Lomami, como resultado de la violencia y de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados. Después de haberse refugiado en el monte durante más de un año, hacia finales de 2014 muchas personas comenzaron a regresar a sus pueblos y la ola de retornos continuó al año siguiente.

Ahora que están de regreso en su aldea, los niños de Kangombe, en la Repúboica Democrática del Congo (RDC), pueden volver a la escuela. CC BY-NC-ND / ND CC BY NC / CICR

Al poder regresar a su aldea, los niños de Kangombe también pudieron volver a la escuela. CC BY-NC-ND / CICR

El CICR respondió a las necesidades más urgentes de los habitantes mediante la distribución de artículos domésticos esenciales, entre ellos lonas, mantas, esteras para dormir y utensilios de cocina. Además, proporcionó semillas para que la población pudiese reanudar la producción agrícola.