Sri Lanka: adaptarse a los nuevos desafíos

26-12-2010 Entrevista

Un año y medio después de finalizado el conflicto en Sri Lanka, el CICR ha ido reduciendo sus actividades en el país. Yves Giovannoni, el nuevo jefe de la delegación del CICR, explica qué actividades irán finalizando y cuáles se mantendrán.

     
 
   
Yves Giovannoni 
               
©CICR/v-p-lk-e-00312 
   
Distrito de Batticaloa. Beneficiarios de un proyecto de pesca reciben capacitación para el mantenimiento de las redes de pesca. 
               
©CICR/v-p-lk-e-00312 
   
Distrito de Trincomalee, localidad de Mutur. Una delegada del CICR distribuye folletos entre policías que participan en una sesión de difusión del DIH. 
               
©CICR/C. McGoldrick/v-p-lk-e-00339 
   
Centro de Rehabilitación y Tratamiento de la Discapacidad de Jaffna Jaipur. Este hombre es uno de los cientos de afectados por minas antipersonal a las que el CICR asiste a través de proyectos de rehabilitación física y de apoyo a los medios de sustento. 
           

Yves Giovannoni asumió sus funciones como nuevo jefe de la delegación del CICR en Sri Lanka el 15 de noviembre. Hace unos 25 años que trabaja para el CICR, donde ha cumplido diversas funciones en países de África, Medio Oriente, América Latina y Asia. También fue jefe de las operaciones del CICR en América Latina y el Caribe.

  El CICR es conocido por su trabajo en situaciones de conflicto. Desde que el conflicto en Sri Lanka terminó, en mayo de 2009, ¿qué actividades realiza la Institución en ese país?  

El CICR continúa respondiendo a las necesidades de ayuda humanitaria resultantes del conflicto, del mismo modo que lo ha hecho en muchos otros países después de un conflicto armado. En Sri Lanka, son numerosos los discapacitados físicos que necesitarán miembros artificiales por el resto de su vida. Quienes tuvieron que desplazarse en la etapa final del conflicto y ahora están regresando poco a poco a sus hogares necesitan ayuda para reconstruir su vida. Si bien las necesidades urgentes pueden ir disminuyendo en los primeros años posteriores al conflicto, se debe hacer un esfuerzo permanente para responder a las demás necesidades. Por ejemplo, las necesidades de las personas arrestadas durante el conflicto y que siguen tras las rejas, a las que el CICR visita y continuará visitando en forma regular.

En todo momento, incluidas las etapas de transición como ésta, el CICR realiza su labor con total transparencia ante las autoridades. Presta ayuda directamente a quienes la necesitan, luego evalúa si la ayuda fue apropiada y si aún quedan cuestiones por resolver. El diálogo confidencial que mantiene con las autoridades es un procedimiento estándar para el CICR y le permite acceder a las personas afectadas por la inseguridad, la violencia y los conflictos armados, y mantener ese acceso.

  Según lo que se ha informado en la prensa, el Gobierno le ha pedido al CICR que cierre sus oficinas en Vavuniya y Jaffna. ¿Eso es cierto?  

     

Sí. De todos modos, la fecha aún no se ha decidido y dependerá de las necesidades de ayuda humanitaria, así como de las demoras administrativas y logísticas que inevitablemente implicará la respuesta a esas necesidades. Muy pronto analizaremos ese tema con las autoridades correspondientes, teniendo en cuenta intereses mutuos.

     
 
   
    En Sri Lanka, el CICR realiza actividades en forma ininterrumpida desde 1989. De entonces a la fecha, el CICR y el Gobierno de Sri Lanka han firmado acuerdos donde se define el estatuto del CICR en el país y las modalidades de sus actividades en respuesta al conflicto armado y a otras situaciones de violencia. El papel del CICR en el país ha evolucionado con el transcurso de los años, siempre en respuesta a las necesidades, que van cambiando. Al comienzo, a finales de los años 1980, el CICR respondió a las necesidades de índole humanitaria resultantes de la revuelta en el sur del país. Más tarde, en relación con el conflicto entre las fuerzas gubernamentales y los Tigres de Liberación de Eelam Tamil (LTTE, por sus siglas en inglés), realizó actividades para ayudar a los heridos y los enfermos, los amputados, los detenidos, los familiares separados y otras víctimas del conflicto. Si bien el CICR ha ido reduciendo paulatinamente sus actividades desde que finalizaron las hostilidades, aún sigue esforzándose para responder a las necesidades que el conflicto ha dejado. El CICR trabaja en estrecha cooperación con la Cruz Roja de Sri Lanka. 
         

  ¿El CICR reducirá sus actividades en Sri Lanka?  

Sí, sin duda. No veo motivos para que el CICR mantenga el importante despliegue que tuvo durante los años de conflicto, cuando las necesidades de ayuda humanitaria eran considerables. Afortunadamente, la mayor parte de las consecuencias directas del conflicto van desapareciendo poco a poco, pese a que las personas discapacitadas y las personas detenidas necesitarán ayuda durante muchos años. Hemos estado analizando la eventual reducción de la ayuda de emergencia con las autoridades gubernamentales, la Cruz Roja de Sri Lanka y otros organismos. Hemos coincidido en que habrá una reducción de actividades.

  ¿Qué actividades prevé el CICR en este país?  

A largo plazo, espero que continúen algunas actividades, como el apoyo que prestamos a los servicios de rehabilitación y de colocación de prótesis para las personas discapacitadas, así como las visitas a los detenidos. Junto con el Gobierno de Sri Lanka y otras instituciones, quisiéramos continuar promoviendo un mejor conocimiento de las normas humanitarias y su inclusión en los reglamentos y los procedimientos de las fuerzas armadas y policiales, sobre todo porque Sri Lanka tiene una importante participación en las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, operaciones a las que se aplican esas normas internacionales. El CICR ha trabajado y continúa trabajando en estrecha cooperación con la Cruz Roja de Sri Lanka y otros componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Seguiremos haciéndolo en el futuro. Esas son mis intenciones al asumir esta nueva función. Por supuesto, tendré que volver a evaluarlas periódicamente.