Consecuencias de la estigmatización para las víctimas/sobrevivientes de violencia sexual en conflictos armados
A pesar de las prohibiciones claras impuestas por el derecho internacional humanitario (DIH), se han registrado casos de violencia sexual en al menos 51 países afectados por conflictos armados (1). Una de las consecuencias principales y a menudo subestimadas de este tipo de violencia es la estigmatización, que altera no solo las trayectorias de vida de las víctimas/sobrevivientes, sino de las sociedades en general.
En algunos lugares, la identificación como víctima o sobreviviente de violencia sexual es similar a padecer una "muerte social", lo que puede hacer que la estigmatización sea casi tan destructiva como el acto de violencia sexual en sí.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) tiene por objetivo prevenir y mitigar la violencia sexual, y responder a ella de las siguientes maneras:
- acción directa, por ejemplo, mediante la atención integral de víctimas/sobrevivientes a través de programas multidisciplinarios, reducción de riesgos junto con las comunidades y prevención mediante el trabajo con los responsables de garantizar los derechos;
- derivaciones a otros actores; y
- coordinación de esfuerzos para abordar la violencia sexual y por motivos de género junto con los socios del Movimiento.
El CICR trabaja con víctimas/sobrevivientes de violencia sexual, comunidades afectadas por conflictos armados, autoridades, prestadores de servicios, organizaciones dirigidas por sobrevivientes, entre otros actores, para ayudar a prevenir la violencia sexual y reducir la estigmatización en la comunidad. Desde 2022, el Programa del CICR para la Prevención de la Violencia Sexual viene analizando los riesgos que conlleva la estigmatización a partir de un amplio proceso de consulta en la que participaron 948 personas —de las cuales el 27 % eran víctimas/sobrevivientes de violencia sexual— y 66 organizaciones. Se reunieron testimonios de 19 países.
La estigmatización es un mecanismo de afrontamiento perjudicial que las comunidades pueden emplear para preservar la "unidad" mediante el sacrificio de aquello que se percibe como una amenaza para la cohesión social. Al ser estigmatizadas, las víctimas/sobrevivientes de violencia sexual cargan con la culpa de la violencia que sufrieron.
Esto se conoce como "victimización secundaria", por la que las víctimas/sobrevivientes son objeto de formas adicionales de violencia física, mental y social cuya base es el acto inicial. La estigmatización y la culpabilización de las víctimas debilitan el bienestar de las personas a la vez que erosionan la cohesión social y desgastan la base fundamental que permite que una comunidad se recupere de un conflicto armado. No obstante, dado que los análisis e investigaciones longitudinales son limitados, los efectos de la estigmatización en términos humanitarios suelen subestimarse o malinterpretarse.
Como respuesta a las dinámicas y las consecuencias de la estigmatización, que se analizan más adelante, el CICR ha formulado cuatro recomendaciones principales para Estados, donantes, organizaciones internacionales y locales, socios del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Movimiento), círculos académicos, entre otros actores, a fin de reducir la estigmatización que sufren las víctimas/sobrevivientes de violencia sexual en el contexto de conflictos armados. Estas acciones requieren un enfoque multidisciplinario que atienda tanto las cuestiones sistémicas como las necesidades individuales a corto, mediano y largo plazo.
1. Prevenir el daño relacionado con la estigmatización mediante normas y políticas locales inclusivas.
2. Integrar la reducción de la estigmatización en la preparación para situaciones de emergencia y de conflicto armado.
3. Asociarse con las comunidades a fin de influir en el comportamiento y reducir el riesgo de estigmatización.
4. Diseñar y prestar servicios para reducir la estigmatización.
[1] Centro para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas de Ginebra, Sexual Violence in Armed Conflict, 2007.