Comunicado de prensa

República Democrática del Congo: En la región de Kivu, el sistema de salud está al borde del colapso

Juin 2025, Kalehe, Sud-Kivu – Centre de santé de Bushushu, territoire de Kalehe, Sud-Kivu. Cette structure qui couvre une aide de santé de 25.000 habitants, a été victime de pillage lors des récentes hostilités. Grâce au soutien du CICR, les enfants de 0 à 15 ans et autres personnes vulnérables y sont soignés gratuitement.
CICR

Kinsasa (CICR) – El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) siente honda preocupación por el deterioro general del sistema de salud que se observa en la región de Kivu, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), que es consecuencia de los conflictos armados, la inseguridad, las dificultades económicas y la disminución drástica de la financiación de las organizaciones humanitarias. Si no se toman medidas urgentes, la vida de miles de personas podría estar en peligro.

Los equipos del CICR acaban de concluir un estudio sobre 109 centros de salud de Kivu Norte y de Kivu Sur, correspondiente al periodo de abril y mayo de 2025, en las zonas donde el CICR realiza su labor. Tanto en lo que respecta a la salud maternoinfantil, como a la de los enfermos y heridos, o a la de las víctimas de violencia sexual e, incluso, a los riesgos epidemiológicos en general, los datos estadísticos recopilados alertan sobre el riesgo de colapso de una parte del sistema de salud en las zonas más expuestas, con consecuencias dramáticas para millones de personas.

“Actualmente, al ser tan restringido el acceso a la asistencia de salud y a los medicamentos, los riesgos de que una persona que vive en Kivu Norte o Kivu Sur fallezca a causa de una herida por arma o de una simple diarrea son más altos que nunca”, afirma François Moreillon, jefe de la delegación del CICR en RDC.

Un acceso muy restringido a los establecimientos de salud

La inseguridad causada por la violencia y los combates no solo limita el desplazamiento de los enfermos o el traslado de los heridos, sino que también provoca la huida del personal sanitario, dificultades en el envío de los insumos médicos y, a menudo, el saqueo o la destrucción de los establecimientos de salud. Este contexto, sumado a la precariedad económica de las poblaciones, contribuye a restringir en gran medida su acceso a la asistencia de salud.

Durante el primer trimestre de 2025, en la mayoría de los establecimientos de salud se advirtió que se redujo a la mitad el número de consultas para niños y niñas menores de cinco años en comparación con el mismo periodo en 2024. También han disminuido las vacunaciones de niños y niñas: se pasó de vacunar a casi 67.000 durante el primer trimestre de 2023, a apenas 29.000 en 2025.

Por otro lado, “se observa que el número de bebés muertos al nacer aumentó más de 4 veces en los establecimientos incluidos en el estudio, en particular en Kivu Norte”, informa Etienne Penlap, coordinador de Salud del CICR en RDC. “Esto demuestra cuán difícil es el acceso a los centros de salud para las madres, tanto para las consultas prenatales, como para las posnatales. Además, esta situación hace temer lo peor en materia de cobertura de vacunación, no solo para los recién nacidos, sino también para las madres y los niños y niñas, en una región en la que abundan las enfermedades endémicas y epidémicas”.

El derecho internacional humanitario (DIH) establece normas que obligan a todas las partes beligerantes a proteger el acceso a la asistencia de salud en tiempo de conflicto armado, y la situación en la región de Kivu exige que se tomen medidas concretas con celeridad, para procurar su aplicación.

Las necesidades de salud registran un aumento exponencial

En el primer trimestre de 2025, los hospitales apoyados por el CICR trataron a 2.351 heridos por armas, lo que equivale casi al número total de casos atendidos durante todo el año 2024, es decir, un aumento del 172 % respecto del mismo periodo en 2024. Otro punto que se observa es la naturaleza de las heridas, que ahora son más complejas, requieren un seguimiento prolongado y presentan secuelas más graves, como amputaciones, ya que son causadas, básicamente, por estallidos de armas explosivas, que han sido muy utilizadas durante estos últimos meses por las partes beligerantes.

Otro aumento que se ha comprobado es el de las necesidades en materia de salud mental. “Hemos observado que, en Kivu Norte, el número de consultas de salud mental y apoyo psicosocial para las víctimas de violencia por armas y de violencia sexual en los establecimientos incluidos en el estudio se septuplicó respecto de 2024, es decir que se recibieron más de 4.600 casos en el primer trimestre de 2025”, indica Etienne Penlap.

La falta de medicamentos en los establecimientos de salud

Según el estudio realizado por el CICR, tres de cada cinco instalaciones consultadas sufrieron saqueos desde que se intensificaron los conflictos.

“Hubo saqueos en nuestro centro de salud. Se llevaron los medicamentos y todos los bienes materiales. Actualmente, se nos dificulta mucho tratar patologías comunes, como el paludismo, las infecciones respiratorias y las diarreas, ya que la atención se complica debido a la falta de medicamentos”, cuenta Safari 1, enfermero en un centro de salud del territorio de Kalehe, en Kivu Sur.

En virtud del DIH, las partes en un conflicto armado deben respetar y proteger los hospitales y otras unidades sanitarias y facilitar el acceso a la asistencia de salud. Dado que los hospitales y los demás establecimientos sanitarios desempeñan funciones exclusivamente humanitarias, no deben ser atacados, destruidos ni saqueados, y su funcionamiento no debe obstaculizarse indebidamente.

La intensificación de los combates en la región de Kivu, así como los cambios en los territorios bajo el control de las diferentes partes, afectaron gravemente el circuito de transporte de los medicamentos y el suministro a los centros de salud. Ante la imposibilidad actual de aterrizar en los aeropuertos de Goma y de Bukavu, el envío de medicamentos de Kinsasa a las provincias de Kivu se volvió complejo y costoso, ya que ahora requiere desvíos a través de otros países. Por otra parte, la entrega en las zonas de atención de salud cercanas a las de combate se tornó peligrosa. Lo mismo ocurre en las zonas del Gran Kivu Norte, donde el abastecimiento de las instalaciones de salud se ve limitado por la inseguridad.

“Casi tres cuartos de los establecimientos incluidos en el estudio sufren la falta de medicamentos como consecuencia de los conflictos armados, pero también debido al agotamiento progresivo de las existencias proporcionadas por actores humanitarios a los que se les redujo la financiación de manera notable”, explica Etienne Penlap. “También hay faltante de analgésicos, como paracetamol e ibuprofeno”, se lamenta.

La disminución drástica de la financiación de las organizaciones humanitarias tuvo un impacto considerable en la disponibilidad de medicamentos, ya que muchas de ellas redujeron o cesaron su actividad. Por ejemplo, el centro que se encargaba de distribuir en Kivu los kits posviolación (Kits PeP), destinados a tratar a los sobrevivientes, debió cesar su actividad por falta de financiación, mientras que la violencia sexual sigue siendo una problemática importante.

“La gravedad de la situación requiere que todas las partes en conflicto tomen medidas urgentes para respetar y proteger a los enfermos y al personal de salud, así como también para facilitar el paso rápido y sin obstáculos del socorro humanitario, que incluya los servicios y los insumos médicos, independientemente de las líneas del frente. Asimismo, es necesario que todos los actores correspondientes procuren una financiación transparente y previsible para las actividades de atención de salud”, concluye François Moreillon.

Acerca del CICR

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) es una organización neutral, imparcial e independiente con un cometido exclusivamente humanitario establecido en los Convenios de Ginebra de 1949. Ayuda a personas afectadas por conflictos armados y por otras situaciones de violencia en todo el mundo, haciendo lo posible por proteger su vida y su dignidad, y por aliviar su sufrimiento, a menudo junto con sus socios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Contacto para los medios de comunicación:

Eléonore Asomani, CICR Dakar, tel: +221 78 186 46 87, easomani@icrc.org
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