Heridos, maltratados, detenidos, secuestrados, violados o asesinados, reclutados, privados de alimentos, agua o vivienda, huérfanos o separados de sus familiares: en tiempo de guerra los niños siempre han estado entre las víctimas más vulnerables, a pesar de su fuerza y su increíble capacidad de adaptación. Proteger a los niños en tiempo de guerra, brindarles asistencia y cuidarlos ha sido y es, más que nunca, una prioridad para el CICR. Los niños se benefician de la mayoría de nuestros programas de asistencia. Algunos contemplan sus necesidades específicas, como, por ejemplo, la atención psicológica o el restablecimiento del contacto con sus seres queridos.