Líbano: los refugiados sirios heridos buscan atención médica inaccesible en su país

  • Ansaf, madre de diez hijos, ya ha perdido a dos hijos y una hija desde el comienzo del conflicto. Ella misma sufrió graves heridas cuando, el mes pasado, quedó atrapada en un tiroteo en Moodamiya. Ahora, recibe tratamiento en un centro médico en el valle de Bekaa, (Líbano), donde el acceso a la atención de salud en condiciones seguras es más fácil que en Siria. El futuro se muestra sombrío para esta mujer de 59 años, que teme perder a más miembros de su familia en este violento conflicto.
    © CC BY-SA 2.0 / Andre Wolff
  • Mirvat visitaba a su madre en Moodamiya, cuando sufrió graves heridas en un bombardeo que también causó la muerte de su hermano y su hermana. Sus rodillas quedaron completamente aplastadas y ahora necesita prótesis en ambas piernas para poder volver a caminar, pero no tiene dinero para pagar la cirugía. Ahora, es atendida en el hospital Hamed Farhat. Mirvat quisiera recuperar la movilidad para poder cuidar de sus cuatro hijas. Al igual que cientos de miles de sirios, esta mujer de 33 años y su familia se refugiaron en Líbano hace dos años.
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  • Afraa' es feliz porque ahora puede hablar susurrando, tras sufrir varias operaciones en sus cuerdas vocales, cortadas por fragmentos de metralla. Afraa' fue herida en diciembre de 2013, en su aldea de Qalamoun, y sufrió lesiones en la garganta, el hombro y la cadera. Ahora vive con la familia de su tío, refugiada en Jib Jannine (este de Líbano). Esta estudiante de 24 años espera poder terminar su educación en el futuro cercano. Mientras tanto, está finalizando su tratamiento médico en un hospital local.
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  • Las perspectivas no son favorables para Jawad, de 15 años, que resultó gravemente herido a raíz de la explosión de una bomba. En ese incidente, que tuvo lugar en la aldea de Jawad, cercana a Damasco, también murió su primo adolescente. Jawad ha perdido una mano, tiene laceraciones en el abdomen y fragmentos de metralla en el cuello. Como muchos otros jóvenes sirios, hace casi dos años que no tiene acceso a la educación y es claro ejemplo de una generación que lleva las cicatrices imborrables de la guerra.
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  • Después de quedar herido, Jawad huyó de Siria con sus familiares, entre los que se cuentan sus seis hermanos y hermanas. La familia alquila ahora un apartamento de dos habitaciones en Joub Jannine (este de Líbano), cerca del centro médico donde Jawad puede recibir el tratamiento que necesita. Antes, la familia se había desplazado siete veces dentro de Siria tras huir de Ghouta, cerca de la parte oriental de Damasco. De lo que era su hogar, no quedan más que escombros.
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  • Ibrahim está internado desde hace dos semanas en el hospital de Rachayya, en el este de Líbano, donde recibe tratamiento por las graves quemaduras que sufrió en las piernas. Pasaba junto a una gasolinera cuando ésta recibió el impacto de una bomba y estalló en llamas. Este maestro de 29 años tuvo que esperar un mes entero antes de poder acceder a la atención médica en su ciudad sitiada, en la zona de Qalamoun, y para cuando llegó a Líbano, sus quemaduras estaban gravemente infectadas.
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  • Ibrahim está decidido a superar sus padecimientos. Sus quemaduras están sanando y ahora puede caminar con la ayuda de muletas. Su joven esposa espera su primer hijo, lo que representa un motivo para ilusionarse y alimentar esperanzas para el futuro.
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  • Entre las víctimas del sanguinario conflicto en Siria hay numerosos niños. Omar, de cuatro años, fue herido hace más de un año durante el bombardeo de Ghouta Sharqiya. Omar sufrió profundas heridas en la cabeza, el pecho y el abdomen, que afectaron su columna vertebral y lo privaron de la capacidad de caminar. Fue operado cinco veces en un hospital de campaña improvisado, en Siria, donde sus heridas se infectaron. Cuando la familia finalmente logró llegar a Líbano, Omar ya sufría de meningitis y tuvo que someterse a una operación de urgencia.
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  • La familia de Omar alquila una vivienda en Gaze, en el este de Líbano. Su padre no tiene dinero para pagar la medicación que Omar necesita. Anhela que su hijo reciba ayuda de una institución benéfica que le proporcione un tratamiento a largo plazo. Mientras tanto, Omar pasa sus días en la cama, mirando televisión con Wael, su hermano de seis años.
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14 marzo 2014

Los heridos de guerra sirios siguen llegando a Líbano en busca de la atención médica a la que no pueden acceder en su país. Muchos llegan con heridas gravemente infectadas que fueron parcialmente tratadas en hospitales de campaña carentes de medicamentos y equipos básicos. Durante más de dos años, el CICR ha asegurado la prestación de atención médica para cientos de personas en hospitales situados en Bekaa y ha apoyado los centros postoperatorios libaneses que atienden a las víctimas de guerra sirias.