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República Democrática del Congo: proyectos agrícolas que alimentan la esperanza

Los recurrentes conflictos armados en la República Democrática del Congo dejan en la indigencia a miles de personas, privándolas de muchos de los recursos que necesitan para sobrevivir. Mediante sus proyectos agrícolas, el CICR les ayuda a recuperar la capacidad de asegurar su sustento y, eventualmente, recuperar su independencia económica.

"Ofrecemos a las víctimas de la guerra o de otras situaciones de violencia la oportunidad de producir alimentos, en particular proporcionándoles las semillas y herramientas que necesitan, y de utilizar parte de la cosecha como cultivo comercial para generar un ingreso que les permita pagar sus gastos", dijo Christian Bosson, quien coordina las actividades de seguridad económica del CICR en el país.

En enero, las comunidades rurales de la provincia de Kivu Norte verán los primeros resultados de la siembra realizada en septiembre, cuando comenzaron las lluvias y se inició la temporada de cultivo. Esta cosecha consistirá principalmente en maíz, alubias, maní y otros productos cuyas semillas fueron proporcionadas por el CICR. Los cortes de mandioca se distribuyeron simultáneamente con las semillas, pero la cosecha tendrá lugar a finales de 2015.

"Huimos de nuestra aldea debido a los enfrentamientos", dijo Faida, madre de tres niños. "Solíamos vivir de nuestros cultivos, pero la guerra nos obligó a abandonarlos. Además, nuestra mandioca no era muy productiva, porque estaba afectada por el virus del mosaico. Pero estoy impresionada por lo que he visto en este campo. Si estos cortes producen la misma cantidad y calidad en nuestros campos, nuestra cosecha alcanzará para que nuestros hijos puedan volver a la escuela". Faida es una de las personas que regresaron a los grupos Bapfuna y Bashali-Mokoto en Masisi, entre los cuales el CICR redistribuyó parte de la producción de las asociaciones locales que recibieron apoyo en el marco de un proyecto agrícola en Kivu Norte. Faida recibió 50 cortes de 1 metro de tallos de mandioca de calidad mejorada.

El equipo del CICR registra los nombres de las mujeres que reciben cortes de mandioca. CC BY-NC-ND/CICR/Christian Katsuva

Al igual que Faida, muchas otras personas en Kivu Norte sienten renacer la esperanza. Como las dos variedades de mandioca que se distribuyeron son resistentes a la enfermedad que causa el virus del mosaico de la mandioca, pueden producir más tubérculos, en ocasiones hasta cuatro kilos por tallo, cantidad suficiente para alimentar a cuatro personas por tres días. Para las familias que viven básicamente de la agricultura y que acaban de regresar a sus aldeas tras meses o incluso años de desplazamiento, los cortes de mandioca representan una oportunidad para reanudar las actividades agrícolas y empezar de nuevo.

Para mejorar la eficiencia, el CICR ofrece formación en prácticas agrícolas que optimizan el tiempo y la productividad. También efectúa un seguimiento, que toma dos formas diferentes: poco después de la distribución de semillas, comprueba la forma en que han sido usadas; y en el momento de la cosecha, observa el volumen de la producción y sus efectos en los hogares, en términos de la cantidad de alimento producida y de los ingresos generados.

Un experto agrícola del CICR en el terreno verifica la aplicación de las técnicas de cuidado y mantenimiento de las plantas de mandioca que el CICR enseñó a las asociaciones locales. CICR. CC BY-NC-ND/CICR/Christian Katsuva

En la mayoría de los casos, junto con las semillas se distribuyen alimentos (alubias, maíz, arroz, aceite de cocina, sal, etc.). "Esto se hace para asegurar que la gente no se coma las semillas, ya que las personas que reciben la ayuda muy frecuentemente se encuentran en condiciones alimentarias difíciles", dijo el señor Bosson. "Proporcionándoles alimentos, deseamos asegurarnos de que realmente utilicen las semillas para sembrar y que
dispongan de alimentos suficientes hasta la próxima cosecha".

Para lograr un buen rendimiento, los proyectos agrícolas deben desarrollarse en una situación relativamente estable, lo que no es fácil de garantizar en la parte oriental de la República Democrática del Congo, asolada por conflictos desde hace muchos años. Esther, en Kiyumba, Kivu Norte, sigue preocupada: "Hemos sembrado, pero no sabemos si podremos disfrutar de los productos de nuestra tierra. En los últimos años nos vimos obligados a desplazarnos varias veces y nuestros campos fueron destruidos. Esperamos que este respiro, que está durando más que los otros, se transforme en una paz duradera que nos permita llevar adelante nuestra vida cotidiana con libertad".

En varias ocasiones, el CICR ha debido suspender o cancelar las distribuciones de semillas debido a las recurrentes situaciones de inseguridad en algunas partes del país.

En 2014, en relación con el apoyo al restablecimiento de la producción agrícola, el CICR proporcionó a 215.530 personas semillas de maíz, alubias, maní y otras plantas, cortes de mandioca resistentes a la enfermedad del virus del mosaico y herramientas agrícolas. Para mejorar sus sistemas de cultivo y aumentar la producción, el CICR también ofreció a los beneficiarios cursos de formación en prácticas agrícolas y en técnicas de piscicultura.

Para más información:
Patrick Megevand, CICR, Kinshasa, tel.: +243 81 700 85 36
Elodie Schindler, CICR, Goma, tel.: +243 81 700 77 86
Sylvie Pellet, CICR, Bukavu, tel.: +243 81 711 55 60
Andrea Drury, CICR, Katanga, tel.: +243 82 565 35 34
Thomas Glass, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 3149 ó +41 79 244 64 05