Sudán del Sur: los servicios de salud se esfuerzan al máximo para satisfacer las necesidades

04 septiembre 2014

A raíz de los desplazamientos de población que han provocado los enfrentamientos, los servicios de salud de Sudán del Sur trabajan bajo una enorme presión. Desde el estallido de violencia que se produjo en diciembre, el CICR ha realizado diversas actividades para salvar vidas junto con la Cruz Roja de Sudán del Sur y ha practicado más de 2.600 intervenciones quirúrgicas.

"Los recientes enfrentamientos en Sudán del Sur han dejado numerosos heridos", dijo Franz Rauchenstein, jefe de la delegación del CICR en ese país. "El CICR ha enviado personal médico a varios sitios, donde trabaja contra reloj para atender a los heridos."

Desde diciembre pasado, los servicios de salud del país están exigidos al máximo. "Por la falta de seguridad, muchos trabajadores de la salud se han visto obligados a huir. También se ha informado de trabajadores de la salud que han sido víctimas de ataques o de homicidio", dijo Kerry Page, coordinadora de programas de salud del CICR en Sudán del Sur. "Además, varias instalaciones de salud han sido dañadas o saqueadas, y como es muy difícil llevar insumos médicos a los lugares donde más se los necesita, es imposible responder a las necesidades sanitarias básicas de un gran número de personas."

Desde que comenzó el actual conflicto armado, el CICR ha enviado personal médico especializado para que realice intervenciones quirúrgicas vitales. Cuatro equipos médicos, cada uno de los cuales cuenta con un anestesista y tres enfermeros, además de un cirujano, han practicado más de 2.600 procedimientos quirúrgicos a pacientes con heridas de armas en 13 instalaciones de salud de diferentes partes del país. Paralelamente a esos esfuerzos, voluntarios de la Cruz Roja de Sudán del Sur han entregado insumos médicos, aplicado vendajes, oficiado de intérpretes para los equipos de cirugía, trasladado pacientes y realizado otras tareas esenciales relacionadas con la atención de los pacientes.


 

CC BY-NC-ND/ICRC/Pawel Krzysiek

Dado que aún no se dispone de instalaciones médicas debidamente equipadas, o han sido dañadas, los equipos de cirugía del CICR trabajan en instalaciones sanitarias básicas o en edificios vacíos, donde los cuartos se han transformado en quirófanos. "Enviamos rápidamente a los equipos médicos, incluso a localidades muy alejadas, cuando confirmamos que ha habido un gran número de heridos", dijo la señora Page. "Es bastante dificultoso, pero no hay otra manera de prestar atención médica en la mayoría de los casos. El programa de cirugía de Sudán del Sur es uno de los más extensos de los que lleva adelante el CICR a nivel mundial, y probablemente también sea uno de los más difíciles por lo que se refiere a las tareas por realizar y a las condiciones de vida. Durante la temporada de lluvias, al personal se le suma una carga más."
Más exigencia a causa de los desplazamientos de población

El sistema de atención de la salud tiene que hacer frente no solo a grandes números de heridos, sino también al desplazamiento de la población local. A fin de huir de los peligros, muchas personas, incluidas mujeres y niños, recorren largas distancias en búsqueda de un lugar seguro lo más cercano posible. Sus necesidades en materia de salud son considerables, y los servicios locales en general no pueden responder por sí solos. En muchos lugares afectados por la violencia, pequeños poblados y aldeas se han convertido en nuevos centros de población de la noche a la mañana.

"La presión que añade esta afluencia de personas a una infraestructura de salud frágil es enrome", dijo la señora Page. "En el estado de Nilo Superior, la población de Kodok y sus alrededores se ha triplicado en cuestión de días. Unos 100.000 civiles se han refugiado en esa zona, y como la situación sigue siendo impredecible, es poco probable que abandonen el lugar a la brevedad."

Actualmente, un equipo de cirugía del CICR, integrado por cuatro miembros, está trabajando junto con un pediatra y una enfermera en un centro de atención primaria de la salud de Kodok, donde atienden a más de 600 pacientes por semana. El CICR también está mejorando el sistema de suministro de agua del lugar, además de reparar el sistema eléctrico y construir una nueva sala de espera.

La finalidad de estos esfuerzos es reducir lo máximo posible la interrupción de los servicios de salud en favor de las personas desplazadas y los residentes locales. El CICR también ha comenzado a incrementar el apoyo a algunos centros de atención primaria de la salud en zonas afectadas por el conflicto, con la prioridad de reanudar las campañas de vacunación habituales y los servicios prenatales, así como de asegurar el suministro adecuado de medicamentos y otros insumos médicos.

 

CC BY-NC-ND/ICRC/Pawel Krzysiek

Desde diciembre, además de las tareas de cirugía y pediatría realizadas en el centro de salud de Kodok, el CICR:

ha prestado asistencia a unas 900 personas con discapacidades en tres centros de rehabilitación física que dirige o apoya;
ha entregado insumos para primeros auxilios y cirugías a 34 puestos de primeros auxilios y otros centros de atención médica.

Además, el personal de la Cruz Roja de Sudán del Sur ha vendado heridas de pacientes en más de 7.000 ocasiones.

Desde que estalló el conflicto armado en diciembre de 2013, el CICR y la Cruz Roja de Sudán del Sur han trabajado en estrecha colaboración. Sus esfuerzos han sido complementados por las actividades de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y de varias Sociedades Nacionales de la Cruz Roja.

Para más información:
Pawel Krzysiek, CICR, Yuba, tel.: +211 912 36 00 38
Jean-Yves Clémenzo, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 22 71 o +41 79 217 32 17