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En 2012 hubo violentos ataques contra personal e instalaciones de salud en al menos 22 países

15-05-2013 Comunicado de prensa

Ginebra (CICR) – Un nuevo estudio del CICR, sobre los incidentes violentos contra la asistencia de salud, pone de manifiesto que 2012 se saldó con al menos 921 ataques directos contra personal sanitario e instalaciones de salud, así como contra heridos y enfermos.

El estudio, que se refiere a 22 países –cuyos nombres se omiten– afectados por la violencia armada, revela una inquietante tendencia: las agresiones contra el personal, las instalaciones y los vehículos médicos en situaciones de conflicto y en otras situaciones de emergencia dejan sin asistencia a millones de personas en todo el mundo, cuando más la precisan.

"En estos 921 incidentes hubo amenazas, matanzas y secuestros. Sin embargo, no son más que la punta del iceberg", dijo Pierre Gentile, jefe del proyecto del CICR "La asistencia de salud en peligro". "No se notifica la mayoría de los incidentes, como tampoco las consecuencias que tienen para quienes dependen de los servicios de una clínica local, una comadrona o una ambulancia."

El informe del CICR revela dos nuevas tendencias inquietantes: la primera es que muchos socorristas que asisten a las víctimas de explosiones resultan heridos a raíz de “ataques de seguimiento” teledirigidos y, la segunda, es que los incidentes de violencia menoscaban la labor de prevención, como por ejemplo las sesiones rutinarias de vacunación. Esto plantea  dificultades para erradicar enfermedades como el sarampión y la poliomielitis.

Según demuestra el estudio, los centros de salud locales son los primeros perjudicados, y en ellos se registra el 91% de los casos. La mayor parte de la responsabilidad por estos actos de violencia recae tanto en el Estado como en las entidades no gubernamentales. Asimismo, se observó que hubo actos de violencia y amenazas contra el personal de salud por parte de familiares, miembros de la comunidad, amigos o personas del círculo social de los pacientes, porque alguien del entorno familiar del paciente no acepta que se atienda antes a otros pacientes o está descontento por el resultado del tratamiento. Estos han pasado a ser unos de los principales autores de actos de violencia contra el personal de salud en ciertos países.

“Cuando se emplea la violencia contra el personal y las instalaciones de salud o contra los enfermos y los heridos, quien pierde, en última instancia, es la gente común que requiere asistencia médica”, dijo el señor Gentile.  

En ciertas partes de América del Sur hay comunidades enteras faltas de atención médica porque el personal de salud se ha visto obligado a abandonar sus comunidades, tras ser objeto de intimidaciones y presión. En ciertas regiones del África subsahariana y del Asia meridional, perecen muchos niños a causa de enfermedades que, en circunstancias normales, se hubiesen podido prevenir, si los conflictos armados no hubieran dejado a miles de personas sin acceso a servicios médicos. En zonas de África del Norte y de Oriente Medio hospitales enteros han quedado destruidos y se ha dado muerte a personal hospitalario y a pacientes a causa de actos de violencia.

"Hay que poner término a la violencia contra el personal y las instalaciones sanitarias. Es menester respetar la prestación imparcial de servicios de salud, para que los heridos y los enfermos reciban tratamiento. Esto concierne a millones de personas en el mundo entero", dijo el señor Gentile.  

Los ataques deliberados contra el personal, las instalaciones y los medios de transporte sanitarios, así como contra enfermos y heridos, son actos que vulneran el derecho internacional. Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales asignan a los heridos y los enfermos, sean combatientes u otro tipo de portadores de armas, sean personas civiles, el derecho a ser respetados y asistidos en situaciones de conflicto armado y a recibir asistencia médica en el momento oportuno. Asimismo, el derecho internacional de los derechos humanos los ampara en situaciones que no son de conflicto armado.

El nuevo estudio del CICR es la labor de seguimiento dada al que se hizo sobre la asistencia de salud en peligro en 16 países ("Health care in danger: a 16-country study,"), en el cual quedó de relieve el hecho de que las agresiones contra el personal y las instalaciones de salud son, en las actuales situaciones de violencia armada, uno de los mayores problemas de índole humanitaria y, no obstante, uno de los menos conocidos.

El estudio completo, titulado "Violent Incidents Affecting Health Care" se puede consultar en el nuevo sitio web www.healthcareindanger.org (inglés).

Hay también un nuevo vídeo titulado "Asistencia de salud en peligro: el costo humano", en www.cicr.org/spa.

Para más información:
Ewan Watson, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 33 45 ó +41 79 244 64 70