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Afganistán: millones de personas en riesgo por pico de violencia contra los servicios de salud en medio de la pandemia de COVID-19

Kabul (CICR) - El aumento reciente de la violencia en Afganistán, sumado a los ataques dirigidos contra instalaciones sanitarias, amenaza con limitar o impedir el acceso a los servicios de salud de millones de personas que, en este momento, necesitan, más que nunca, atención médica a raíz del brote de COVID-19, según informó hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

"Los hechos ocurridos recientemente en Afganistán son motivo de gran preocupación. Tras una esperanzadora disminución relativa de las hostilidades en febrero y marzo, hoy volvemos a ver más violencia. Aumentan las víctimas de la población civil, mientras el país lucha contra la COVID-19", expresó Juan Pedro Schaerer, jefe de la delegación del CICR en Afganistán.

Este país, como muchos otros en guerra, tiene un sistema sanitario sobrecargado cuyas dificultades se agudizan por la cobertura limitada en zonas de conflicto, una atención especializada deficiente y, ahora, el brote de COVID-19. Las agresiones contra el personal o las instalaciones de salud, como el sangriento ataque que se produjo en mayo a la maternidad apoyada por Médicos sin Fronteras en Kabul, no hacen más que exacerbar la situación.

"La pandemia de COVID-19 ha desafiado a las naciones más avanzadas del mundo. Un país donde se atacan hospitales con armas no tiene posibilidades de brindar atención de calidad. Lo vemos en instalaciones sanitarias en zonas de conflicto y en cárceles, donde el acceso a la atención médica es, de por sí, muy limitado", explica Schaerer.

En el hospital más grande de Afganistán, el hospital regional de Mirwais, en Kandahar, al que el CICR presta apoyo desde hace más de veinte años, el personal sigue brindando atención de obstetricia y cirugía para personas heridas por la violencia armada. A raíz del aumento en los casos de COVID-19, el hospital ahora funciona con capacidad reducida, pese a que el volumen de partos y de pacientes heridos en los enfrentamientos permanece casi igual.

El hospital de Mirwais es el único hospital regional que presta servicios a unas seis millones de personas en el sur de Afganistán. Muchos de los pacientes, sobre todo en el pabellón quirúrgico, provienen de zonas donde persisten los enfrentamientos entre los talibanes y las fuerzas gubernamentales.

Un dato preocupante es que, en Afganistán, se ha registrado un número considerable de casos de COVID-19 en el personal de salud, por lo cual aumenta la exigencia al sistema. A menudo, en el hospital de Mirwais, escasean las mascarillas y el gel desinfectante a raíz de la alteración de los procesos logísticos que ha provocado la pandemia. Asimismo, han disminuido las donaciones de sangre; no así la demanda.

"Se presentan dificultades, por ejemplo, en el proceso de suministro, con las que el CICR puede ayudar", explica Erin O'Connor, responsable de proyectos para el CICR en el hospital de Mirwais. "Sin embargo, que los donantes vengan a dar sangre en medio de la pandemia es más difícil."

La lucha contra la COVID-19 requiere de compromisos de todas las partes en conflicto. El CICR solicita que se protejan los servicios médicos y que se fortalezcan los sistemas de salud en lugares donde esas conexiones son más débiles, como en contextos de detención.

"Nos enfrentamos a un enemigo mundial y necesitamos un acuerdo nacional para dar respuesta a la COVID-19", señala Schaerer. "En principio, todas las partes, sin excepción, deben respetar cabalmente el derecho internacional humanitario a fin de proteger a la población civil en Afganistán."

Para ayudar a contener el avance de la COVID-19 en Afganistán, el CICR, junto con sus socios del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, han puesto en marcha las siguientes medida:

  • apoyo al hospital de distrito de Kabul de la Media Luna Roja Afgana, mediante capacitación, control de infecciones, protocolos de higiene y de atención de pacientes, equipamiento, materiales y una mejora a largo plazo de la infraestructura eléctrica, de agua y saneamiento, así como de las instalaciones de gestión de residuos;
  •  entrega de equipos de protección personal (EPP), que incluyen mascarillas, guantes y gel desinfectante, en 12 hospitales de campaña y a equipos de primera respuesta, y asesoramiento en el ámbito quirúrgico para preservar la seguridad del personal ante la COVID-19;
  • en lugares de detención, donación de equipos de protección personal, termómetros sin contacto, artículos médicos y de higiene, como cloro, jabón y detergentes, e instalación de palanganas para lavado de manos; reconstrucción y rehabilitación de salas de aislamiento, y obras para mejorar la ventilación;
  • distribución de artículos de higiene en nuestros siete centros de rehabilitación física en Afganistán, que prestan asistencia a miles de personas, para reforzar las medidas preventivas contra la COVID-19.


Más información:

Roya Musawi, portavoz, CICR, Afganistán, tel.: +93 794 618 908, rmusawi@icrc.org
Omarsharif Ghyasy, responsable de comunicación, CICR, Afganistán, tel.: +44 793 298 1946, oghyasy@icrc.org

Sitio Web: www.cicr.org/es

Se pueden visualizar y descargar las últimas secuencias de vídeo del CICR para teledifusión en:
www.icrcnewsroom.org

Acción del CICR para poner fin a los ataques contra los trabajadores de la salud y los pacientes:
http://healthcareindanger.org/es/
El CICR también está en www.facebook.com/ICRCespanol y twitter.com/cicr_es