Afganistán: se necesita un compromiso genuino de las partes beligerantes para reducir el sufrimiento de la población civil

La población de Afganistán está anímicamente abatida por los ataques implacables que tienen lugar en el país y por el elevado número de víctimas que causan. En efecto, durante ocho años consecutivos, el número de víctimas civiles no ha dejado de aumentar. En el primer semestre del presente año, 1.692 ciudadanos comunes –cifra sin precedentes– murieron a raíz de la violencia.

Décadas de conflicto han devastado Afganistán. Sin embargo, durante los últimos dos años, hemos observado un cambio preocupante: las operaciones militares tienen lugar cerca de zonas pobladas. El aumento de los ataques contra instalaciones y miembros del personal de salud –54 en el primer semestre de 2018, lo que permite prever que las cifras de 2018 superarán las de 2017– ha provocado un incremento de las enfermedades diarreicas, la poliomielitis, el sarampión y la desnutrición. El hambre también está en aumento: se calcula que más de 3,4 millones de personas tienen una necesidad imperiosa de alimentos.

Esto es lo que sucede cuando un conflicto se extiende durante décadas. Las generaciones sucesivas sufren. Los negocios y la educación se ven interrumpidos. Los pobladores sufren lesiones o se enferman, pero no pueden ir en busca de atención médica porque los centros de salud cercanos han cerrado y el viaje hacia otros más lejanos resulta peligroso o costoso. La incertidumbre crece día a día.

Con el objetivo de reducir el sufrimiento de la población civil, el Comité Internacional de la Cruz Roja procura lograr que todas las partes en el conflicto apoyen su labor humanitaria neutral e imparcial. El martes, me reuní con el presidente Ashraf Ghani para dialogar acerca de las iniciativas humanitarias que pueden tener un efecto positivo en la población de Afganistán.

Para que la paz y la prosperidad dejen de ser un llamado a la acción en una sala de conferencias de Ginebra y se conviertan en una realidad para Afganistán, se necesita el compromiso genuino de todas las partes de no atacar a la población civil, incluido el personal de salud. Mantenemos la esperanza de que pronto disminuya el sufrimiento de la población civil en Afganistán. Hoy por hoy, es un sueño aún lejano.

Para más información:
Sanela Bajrambasic, CICR, Ginebra, +41 79 642 7594