Conflicto de Nagorno-Karabaj: resumen de actividades operacionales de diciembre de 2020

Un mes después de la entrada en vigor de un acuerdo sobre el alto el fuego en el conflicto de Nagorno-Karabaj, quedan cientos de miles de personas profundamente afectadas en toda la región, y se prevé una profundización de las necesidades humanitarias durante el invierno.

La escalada del conflicto en el otoño causó devastación: muertes y heridos entre la población civil, así como destrucción de cientos de viviendas y de infraestructuras vitales, entre ellas, escuelas y hospitales. En las zonas pobladas, aún quedan armas sin estallar, lo que supone una amenaza para la vida y la integridad física. Debido a los enfrentamientos, las personas se vieron forzadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad, y a vivir hacinadas en alojamientos temporales o con amigos y familiares. Decenas de miles de familias perdieron sus hogares en los enfrentamientos o con posterioridad. Las consecuencias para los empleos y los medios de subsistencia han sido graves.

Numerosas familias también sufren una espera agonizante y prolongada para saber qué ocurrió a sus seres queridos o para dar una sepultura digna a quienes perdieron la vida. Ahora, es fundamental la ayuda para facilitar la rápida recuperación de los restos de las personas que murieron durante los enfrentamientos, así como su traslado. Las operaciones en curso para recuperar los cuerpos del campo de batalla son sumamente peligrosas porque el terreno está plagado de minas y de municiones sin estallar. Además, el clima invernal supone condiciones a menudo engañosas: debido a las temperaturas bajo cero, la niebla densa y las fuertes nevadas, la circulación se torna difícil y lenta, mientras que la lluvia y el lodo suelen desplazar las minas hacia las zonas donde trabajan los equipos.

En el desempeño de nuestro cometido como intermediario neutral, el CICR apoya a las partes en la organización de estas operaciones. Hemos estado presentes, junto con las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz, en decenas de tales operaciones de recuperación cuando las partes ingresan al campo de batalla para recuperar restos de las trincheras y en el terreno. Nuestro objetivo consiste en facilitar la comunicación entre las partes, para contribuir a que tales operaciones se lleven a cabo de la manera más rápida y simple posible para aumentar las posibilidades de encontrar los cuerpos. Nuestra presencia se basa en tener las garantías de seguridad necesarias para que nuestro equipo desempeñe su labor.

Las personas detenidas también son una prioridad para nosotros. Hasta ahora, hemos realizado visitas a decenas de prisioneros de guerra y de detenidos civiles. Muchos han recibido noticias de sus familiares a través de la transmisión de mensajes de Cruz Roja y de saludos verbales de sus seres queridos. Esta es una importante línea de vida emocional para numerosos detenidos y sus familiares, que, a menudo, es la prueba para las familias de que sus seres queridos están vivos. También hemos recibido miles de llamadas y visitas de familiares de personas desaparecidas en la región, y hemos registrado cientos de solicitudes de búsqueda, tanto de civiles como de soldados.

El CICR mantendrá su apoyo a las víctimas de este conflicto en la región. Junto con la Cruz Roja Armenia y la Media Luna Roja de Azerbaiyán, nuestros equipos evalúan las necesidades humanitarias y hacen todo cuanto está a su alcance para llegar a las personas que necesitan ayuda.
 
Algunas de las principales necesidades y preocupaciones humanitarias actuales:

• apoyo en la recuperación y traslado de cadáveres;

• búsqueda de personas desaparecidas;

• acceso a todos los prisioneros de guerra y civiles, intercambio de mensajes de Cruz Roja y restablecimiento del contacto entre familiares;

• alimentos y suministros de invierno para las personas desplazadas o que regresan a sus hogares después del desplazamiento;

• apoyo a los refugios: calefacción, reparaciones de edificios, instalaciones sanitarias, agua limpia;

• salud mental y apoyo psicosocial;

• daños a la infraestructura civil, como los sistemas de suministro de agua;

• amplia contaminación por armas en las zonas urbanas y rurales afectadas por los enfrentamientos;

• aumento de los casos de COVID-19 y presión sobre las instalaciones médicas.

Este es un resumen de nuestras principales actividades humanitarias en toda la región, a principios de diciembre:

ASISTENCIA DE SALUD

15 hospitales y establecimientos de salud recibieron suministros médicos, medicamentos, vendajes e insumos para el tratamiento de pacientes heridos por armas, así como mantas y artículos de higiene.

12 tomas de suministro de oxígeno instaladas en una sala de tratamiento de COVID-19.

300 juegos de túnicas médicas distribuidos a las autoridades sanitarias.

42 botiquines de primeros auxilios distribuidos.

723 familias recibieron apoyo en salud mental.

45 voluntarios de la comunidad recibieron formación para llevar a cabo sesiones psicosociales de emergencia para niños y jóvenes.

SEGURIDAD ECONÓMICA

Más de 23.000 personas recibieron alimentos y artículos de higiene personal y doméstica.

Más de 31.000 personas recibieron artículos para el hogar, como ropa de cama, colchones, camas plegables y almohadas.

400 calentadores y 1.400 artículos de cocina distribuidos.

Alrededor de 8.000 familias recibieron ayuda financiera (cerca de 37.000 personas).

21.700 mantas de lana distribuidas a personas desarraigadas de sus hogares.

APOYO EN MATERIA DE AGUA Y HÁBITAT

3 hospitales recibieron materiales de refugio y artículos de construcción para reparaciones temporales de los daños.

17 generadores suministrados.

4 jardines de infantes renovados para permitir el acceso a una mejor calefacción y al agua.

66 familias en los refugios tienen acceso a duchas y letrinas recién instaladas.

100 estufas distribuidas a las familias en 7 refugios.

CONTAMINACIÓN POR ARMAS

Más de 3.850 personas recibieron información sobre los riesgos de los restos explosivos de guerra.

70 docentes recibieron formación para realizar sesiones de sensibilización en las escuelas sobre estos riesgos, para que los niños conozcan los peligros de las armas sin estallar.

10 kits de protección y un detector serán donados para ayudar a los equipos locales a cargo de las tareas de desminado.

EDUCACIÓN

360 niños recibieron tabletas con pantalla táctil, para que pudieran continuar su educación a distancia.

100 niños recibieron material escolar: mochilas, cuadernos, bolígrafos, lápices y libros de trabajo.