Pese al cierre de las fronteras con Venezuela y otros países vecinos en virtud de la pandemia por el nuevo coronavirus, la labor realizada por el programa de restablecimiento del contacto entre familiares (RCF) siguió vigente y con más intensidad por la necesidad de comunicación con los seres queridos. La imposición de distanciamiento conllevó un esfuerzo para la reinvención de las prácticas y los protocolos de las actividades.
En 2020, se realizaron más de 120 mil servicios de conectividad (llamados telefónicos, acceso gratuito a internet y recarga de baterías), además de 56 pedidos de búsqueda en los cincos países de la delegación regional. Estos pedidos tienen lugar cuando la comunicación telefónica o por internet no es posible, o se desconoce el paradero de un ser querido; en el marco del programa, se intenta localizar a las personas en base a información brindada por sus familiares.