Frente a los riesgos crecientes del cambio climático, la Cruz Roja fortalece su respuesta para proteger el contacto familiar
San José de Costa Rica. Los fenómenos extremos relacionados con el cambio climático representan una amenaza cada vez mayor para miles de personas en países de habla hispana de América del Norte, Centro y el Caribe. Cada año, estos eventos naturales causan desastres que resultan no solo en pérdidas materiales significativas, sino también en dolorosas separaciones familiares y desapariciones. El trauma generado por no saber la suerte y el paradero de los seres queridos es devastador y puede perdurar décadas.
En este contexto, ocho Sociedades Nacionales de la Cruz Roja en las Américas, junto con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que despliegan sus servicios humanitarios de Restablecimiento del Contacto entre Familiares (RCF) en Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá y República Dominicana atendieron a la decimoquinta Reunión regional anual de RCF, celebrada del 23 al 25 de abril en San José, Costa Rica.
Su objetivo es fortalecer su respuesta para prevenir la separación y la desaparición de personas, restablecer y mantener el contacto entre los miembros de una familia, contribuir a esclarecer la suerte de las personas desaparecidas y brindar apoyo a las familias según sus necesidades.
El colapso de los canales de comunicación habituales y de los servicios básicos durante desastres deja en situación de vulnerabilidad a las personas y genera sufrimiento e incertidumbre.
"En situaciones de emergencia, la Benemérita Cruz Roja Costarricense activa y pone a disposición el servicio de Restablecimiento de Contactos Familiares (RCF), por ello durante esta semana, hemos tenido el honor de recibir a más de ocho representantes de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja, quienes se han unido a nosotros para analizar y evaluar cómo podemos fortalecer y posicionar aún más este valioso servicio humanitario que salva vidas, previene y alivia el sufrimiento humano", aseguró Dyanne Marenco, presidenta nacional de la Cruz Roja Costarricense.
A raíz de desastres, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja despliega su programa de RCF para ayudar a las personas a mantener o restablecer el contacto con sus seres queridos. Esto incluye servicios como llamadas telefónicas, internet (a veces a través de medios satelitales), recarga de baterías para celulares y de equipos de almacenamiento de carga, mensajes escritos Cruz Roja y labores de búsqueda, entre otros.
Entre 2013 y 2023, la Cruz Roja en la subregión ha ayudado a más de 7.000 personas a recuperar la comunicación con sus seres queridos en situaciones de desastres, a través de sus servicios gratuitos. En 2013, los equipos de respuesta atendieron las necesidades de contacto familiar tras los huracanes Ingrid y Manuel en México; en 2016, la tormenta Otto en Costa Rica; en 2017, el sismo en la Ciudad de México y los huracanes Irma y María en República Dominicana; en 2018, la erupción del volcán de Fuego en Guatemala; en 2020, las tormentas tropicales Amanda y Cristobal en El Salvador, los huracanes Eta e Iota en Nicaragua, Honduras, Guatemala y Panamá; en 2022, el huracán Julia en Nicaragua y el huracán Fiona en República Dominicana; y en 2023, el huracán Otis en México, el huracán Frankin en República Dominicana e inundaciones en Mayabeque, Artemisa, Habana y Matanzas, Cuba, entre otros eventos.
Marianne Pecassou, asesora regional del programa de Protección de Vínculos Familiares (PVF) del CICR para las Américas, destacó la importancia de reunir a los técnicos del programa de RCF de la Cruz Roja de cada país con el fin de intercambiar experiencias para mejorar su preparación y respuesta ante situaciones de desastres, en los que ocurren separaciones familiares y desapariciones de personas.
"La incertidumbre sobre el paradero de un ser querido es posiblemente uno de los dolores más desgarradores derivados de conflictos armados, situaciones de violencia, migración o desastres. Como parte de su trabajo humanitario, el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja dispone de una extensa Red de Vínculos Familiares a nivel mundial, que se esfuerza por aliviar el sufrimiento de las personas que buscan a sus seres queridos", aseguró Pecassou.
"No llore mamá, estoy bien", fueron palabras que Don José le dijo a su madre luego de días de estar incomunicado en el Centro de Regional de Reinserción Social en Acapulco debido al paso del huracán Otis, en Guerrero, México. El testimonio de don José es un ejemplo de cómo las personas pueden recuperar la tranquilidad al comunicarse con sus familias a través de los servicios de RCF facilitados por las Cruces Rojas locales, en coordinación con el CICR.
Este año la Red de Vínculos Familiares de la subregión América del Norte, Central y el Caribe de habla hispana (AmerCAN) refuerza su compromiso de fortalecer sus sistemas de preparación, coordinación y respuesta ante emergencias y en particular desastres en materia de RCF.
La Red de AmerCAN está compuesta por las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja Costarricense, Cubana, Dominicana, Guatemalteca, Hondureña, Mexicana, Panameña y Salvadoreña, así como por las delegaciones regionales del CICR para México y América Central, Venezuela y la FICR para América Central.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es la red humanitaria más grande del mundo, cuya misión es prevenir y aliviar, en todas las circunstancias, el sufrimiento humano; proteger la vida y la salud, y hacer respetar a la persona humana, en particular en tiempo de conflicto armado, violencia armada y en otras situaciones de urgencia. Está compuesto por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y las 191 Sociedades Nacionales, presentes en casi todos los países del mundo.
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Ana Olivia Langner, oficial de comunicación pública: +52 5537176427, olangnerleyva@icrc.org