Comunicado de prensa

Los enormes estragos de las crisis humanitarias en la salud mental no son abordados, advierte la Cruz Roja

Ginebra, 04 de octubre de 2019 – Los directivos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación Internacional) advirtieron sobre la falta de atención a las enormes necesidades en materia de salud mental de las personas afectadas por situaciones de emergencia humanitaria.

La probabilidad de que quienes viven en zonas afectadas por conflictos sufran este tipo de problemas, desde depresión y ansiedad hasta trastorno por estrés postraumático, triplica la de población general. Sobre la base de su experiencia, la Cruz Roja señala la similitud existente con crisis humanitarias, como catástrofes y situaciones de emergencia sanitaria.

"Estos problemas de salud mental, si no se tratan, crean heridas ocultas que tienen consecuencias negativas, a largo plazo y de gran alcance, para las personas y las comunidades que afrontan situaciones de emergencia humanitaria", afirmó el señor Elhadj As Sy, secretario general de la Federación Internacional, antes de una conferencia sobre salud mental y apoyo psicosocial en situaciones de crisis en Ámsterdam, Países Bajos.

"El apoyo a la salud mental de las personas y el apoyo psicosocial pueden salvar vidas en situaciones de catástrofe, de guerra y de violencia, tanto como detener la hemorragia de una herida profunda o como acceder al agua potable. Las heridas ocultas no son menos peligrosas para el bienestar de una persona y para su capacidad de salir adelante durante una crisis", expresó el director general del CICR, Yves Daccord.

Sin embargo, en países de ingresos bajos y medios –donde se producen la mayoría de las crisis humanitarias–, los servicios de salud mental y de apoyo psicosocial tienen poca prioridad, carecen de fondos suficientes y, en promedio, cuentan con dos trabajadores de salud mental por cada 100.000 personas. Como resultado, dos tercios de las personas con problemas graves de salud mental en estos países no reciben ningún tratamiento.

Esta falta de tratamiento también aumenta el estigma, la exclusión y la discriminación. Las consecuencias de esta situación pueden afectar gravemente la seguridad, la dignidad y la salud de una persona, así como socavar aún más la capacidad de las comunidades y de los Estados para abordar en forma adecuada la salud mental y los retos psicosociales.

"La inversión en salud mental y en apoyo psicosocial salva vidas y debe integrarse en todas las respuestas humanitarias", dijo Elhadj As Sy, de la Federación Internacional. "Sabemos que las intervenciones tempranas pueden evitar que la angustia derive en trastornos de salud mental más graves, con posibles consecuencias mucho más profundas y de largo plazo".

La salud mental y el apoyo psicosocial en entornos de posconflicto son sumamente eficaces: cada $1 invertido en el tratamiento de la depresión puede alcanzar un retorno de $5 en una mejor salud. Los voluntarios basados en la comunidad y las fuerzas laborales profesionales capacitadas son cruciales para cerrar esta brecha de recursos.

El CICR y la Federación Internacional instan a un mayor reconocimiento de las consecuencias de las crisis humanitarias para la salud mental, así como a una mayor inversión en el papel crucial de los actores locales para cerrar las brechas existentes en la prestación de servicios de salud mental y psicosociales durante las crisis humanitarias.

"Hoy en día, vemos más y más sufrimientos invisibles. Por lo tanto, la salud mental y el apoyo psicosocial deben ser una prioridad en las situaciones de emergencia humanitaria y tomarse tan en serio como la salud física", dijo Yves Daccord, del CICR.

Más información:

CICR: Anita Dullard, +41 79 574 1554, adullard@icrc.org
FICR: Laura Ngo-Fontaine, +41 79 570 4418, laura.ngofontaine@ifrc.org