El equipo técnico del CICR explica al jefe de la aldea de Likraker el funcionamiento y el mantenimiento de una fuente de agua.
CC BY-NC-ND / CICR / H. Ould Aly
Las nuevas instalaciones van a permitir abastecer de agua potable a unas 1.200 personas.
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El jefe de la aldea de Likraker aprende cómo funciona la fuente de agua. El mantenimiento correrá por cuenta de los habitantes.
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La rehabilitación del sistema de distribución de agua potable es una buena noticia para esta aldea que ha sufrido las consecuencias del conflicto.
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El jefe de la aldea visita las instalaciones con el equipo técnico del CICR.
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En Likraker, los bebederos han vuelto a llenarse de agua, para alegría de la población y del ganado.
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En Likraker, zona desértica del norte de Malí, era muy difícil encontrar agua. Hoy en día, están satisfechas las necesidades de la población y del ganado.
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En Likraker, los bebederos han vuelto a llenarse de agua, para alegría de la población y del ganado.
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Los niños van y vienen a lomo de burro de la fuente de agua a sus casas, para llenar los bidones que necesitan sus familias.
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Niños llenan recipientes de agua mientras esperan a sus padres para transportarlos.
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Un nómade se abastece de agua potable.
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Ahora se dispone de agua en Likraker, tanto para los habitantes como para el ganado.
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Niños que terminaron de llenar sus recipientes de agua esperan a sus padres para llevarlos a casa.
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Con dos fuentes de agua, ahora es posible abastecer de agua potable a la población.
En el norte de Malí, zona desértica y árida, el acceso al agua suele ser difícil, incluso imposible, para la población. Eso sucede en Likraker, aldea de la comuna de Salam, región de Tombuctú.
Para satisfacer esta necesidad esencial en la localidad de Likraker, que ha sufrido los efectos de la crisis, el CICR acaba de proceder a la rehabilitación del sistema de distribución de agua potable y a la construcción de dos fuentes que servirán para abastecer a unas 1.200 personas y su ganado.
