La intensificación de la violencia en Bangui, capital de República Centroafricana, y en el resto del país es muy preocupante.
El jefe de la delegación del CICR en Bangui describe con palabras y fotografías la terrible situación de una población que padece múltiples desplazamientos forzados y cómo el hecho de que quienes portan armas no permitan acceder inmediatamente a los heridos impide a veces que el personal médico humanitario cumpla su labor de salvar vidas.