Sudán del Sur: curar las heridas tras la explosión de un camión de combustible en Maridi

23 septiembre 2015
Sudán del Sur: curar las heridas tras la explosión de un camión de combustible en Maridi
Maridi, Sudán del Sur. Los equipos de acción de emergencia de la Cruz Roja de Sudán del Sur trasladan a los pacientes de sus camas a camionetas-ambulancia, para preparar su evacuación en avión al hospital clínico de Yuba. CC BY-NC-ND/CICR/Layal Horanieh

Desde el 17 de septiembre, el CICR y la Cruz Roja de Sudán del Sur (CRSS) trabajan sin descanso para ayudar a las víctimas de la explosión de un camión de combustible en Maridi, que causó la muerte de más de 180 personas. Un equipo entero de cirujanos del CICR y 20 miembros de la CRSS trabajan junto con el personal médico residente del hospital de Maridi.

La vida en el hospital de Maridi está llena de dolor y angustia. Los 91 pacientes y sus familiares esperan ansiosamente señales de una mejora.

De los 78 pacientes que sobrevivieron a la explosión, 47 fueron evacuados al hospital clínico de Yuba, la capital de Sudán del Sur, en las primeras 48 horas. Sin embargo, el número de pacientes nuevos que acuden al hospital de Maridi en busca de atención médica urgente se ha incrementado constantemente, hasta superar los 90 durante el fin de semana. Muchos de ellos habían sufrido graves quemaduras en más del 90% de su cuerpo. Dieciséis pacientes murieron tras su llegada.

Desde el 20 de septiembre, no se han reportado más muertes. Con la mejora de la tasa de supervivencia, las perspectivas han mejorado mucho para los familiares de los pacientes. Se están instalando tiendas de campaña para dar mayor comodidad a los familiares, que hasta ahora estaban en un limbo y dormían bajo los árboles del patio del hospital.

Maridi, Sudán del Sur. Se enviaron equipos de acción de la Cruz Roja de Sudán del Sur desde Yambio y Yuba. Un equipo de 20 personas con buena formación en emergencias dedica los días a aplicar suavemente medicamentos en las quemaduras, trasladar a los pacientes de una sala a otra y preparar a algunos de ellos para su evacuación a Yuba. CC BY-NC-ND/CICR/Layal Horanieh

Mantener alejados los gérmenes es vital tras la explosión de Maridi

"Nuestra prioridad número uno es mantener los gérmenes alejados de los pacientes. Es su única posibilidad de sobrevivir", señaló Jan Wynands, cirujano del CICR sobre el terreno.

Para combatir el peligro de infección, se ha animado a los familiares a organizar un servicio de lavandería en el hospital, para garantizar la provisión de sábanas limpias con regularidad.

También se ha organizado un servicio de eliminación de residuos fuera de las instalaciones y se han limitado las visitas a dos horas diarias. Se han implementado asimismo protocolos adicionales de higiene, que incluyen el uso sistemático de guantes, delantales y mascarillas, y normas estrictas sobre el contacto con los pacientes.

El CICR en Maridi ha aportado más de dos toneladas de insumos médicos en los últimos días, y se han realizado un promedio de 30 operaciones diarias. Los insumos se transportaron en helicóptero el 19 de septiembre, gracias a la suspensión temporal del cierre habitual del aeropuerto de Yuba durante el fin de semana. Dos días después, más pacientes fueron trasladados por aire al hospital clínico de Yuba, que ahora está al máximo de su capacidad y aprovecha sus recursos hasta el límite para satisfacer las necesidades del número creciente de pacientes.

"Lo más importante es ayudar a los pacientes a superar el shock inicial y mantenerlos con vida más allá del primer día", afirmó Wynands. Luego enumeró el resto de las prioridades: evitar las infecciones en los primeros cinco o seis días y, una semana más tarde, cerrar las heridas, con tratamiento y cuidados continuos, en un ambiente lo más esterilizado posible.

Lamentablemente, muchos de los supervivientes de Maridi deberán convivir con cicatrices permanentes y discapacidades a largo plazo. Las personas cuyas vidas se han visto profundamente afectadas por la explosión del tanque de combustible van a necesitar fisioterapia, rehabilitación y cirugía reconstructiva.

Maridi, Sudán del Sur. El equipo móvil de cirugía del CICR, compuesto de un cirujano, dos enfermeros y un anestesista, hace lo que puede por garantizar condiciones estériles para los pacientes y los supervisa constantemente para satisfacer sus necesidades más básicas. CC BY-NC-ND/CICR/Layal Horanieh