Declaración de James Reynolds, jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Sudán del Sur, sobre la situación en el país un año después de la firma del Acuerdo revitalizado sobre la resolución del conflicto en Sudán del Sur.
Yuba (CICR) – Un año después de la firma del acuerdo de paz, persiste la violencia generalizada en Sudán del Sur: los enfrentamientos entre comunidades amenazan la vida de las personas y la frágil estabilidad.
Los equipos quirúrgicos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) siguen atendiendo a un número considerable de pacientes con heridas de bala, mientras que el nivel de necesidades que padecen las comunidades más afectadas se mantiene elevado. Es preciso redoblar los esfuerzos para lograr una paz duradera.
El número de personas heridas en relación con la violencia que ingresan a nuestras unidades quirúrgicas ha aumentado desde la firma del acuerdo de paz. Desde octubre de 2017 hasta junio de 2018, ingresaron 526 pacientes, la mayoría con heridas de bala. En el mismo período, un año después (octubre de 2018 a junio de 2019), ingresaron 688 pacientes, es decir, un aumento cercano al 25 por ciento. En el mes de abril, en apenas una semana, el CICR evacuó por aire a 39 pacientes con heridas por arma de fuego a un hospital que recibe nuestro apoyo, lo que nos llevó a aumentar en un tercio el número de camas en la unidad a fin de atender las necesidades.
La violencia también tiene efectos para los centros de salud. Desde la firma del acuerdo de paz, los equipos del CICR han reunido información sobre 24 incidentes de saqueos a instalaciones o de amenazas al personal, y es posible que estos datos solo reflejen parte de los incidentes que afectan a establecimientos sanitarios y al personal de salud. En un país con escasos centros de asistencia de salud que funcionan tras décadas de guerra y subdesarrollo, el cierre de tan solo una clínica supone la falta de asistencia para comunidades enteras, convirtiendo en mortales a enfermedades que podrían prevenirse y tratarse.
Por otra parte, el año pasado se han registrado pocas mejoras para la mayoría de los habitantes de Sudán del Sur. Hoy en día, el número de personas que padecen inseguridad alimentaria en el país es más elevado que en ningún otro momento desde el inicio, hace más de cinco años, del conflicto armado entre las fuerzas gubernamentales y la oposición. Las personas viven en la incertidumbre; los enfrentamientos recientes en algunas partes del país, como Ecuatoria, todavía causan el desplazamiento de miles de personas que, como consecuencia, no pueden cosechar sus cultivos y dependen de la asistencia humanitaria.
Las familias han quedado destrozadas a raíz de décadas de conflicto. Actualmente, el CICR busca a más de 4.200 personas en Sudán del Sur, cuyos familiares han sido dados por desaparecidos. Trágicamente, con alrededor de cuatro millones de habitantes de Sudán del Sur desplazados, tanto dentro del país como a través de sus fronteras, la cantidad de personas que desconocen dónde están sus seres queridos es quizás mucho más elevada. Muchas personas en el país tendrían la oportunidad de seguir adelante si supieran qué les ha sucedido a sus familiares desaparecidos.
El CICR está presente en Sudán del Sur desde su independencia en 2011. También atendimos las necesidades de la población de Sudán del Sur durante la extensa guerra civil en el país. Nuestra experiencia directa nos permite afirmar que es imposible exagerar los estragos que causan en las comunidades décadas de guerra, violencia e incertidumbre.
Abrigamos la esperanza de que el acuerdo de paz se mantenga. El regreso al conflicto a gran escala en Sudán del Sur podría traducirse en que, nuevamente, las personas civiles se vean expuestas a ataques deliberados y al desplazamiento, a pesar de estar protegidas por el derecho internacional.
Sin embargo, incluso en un contexto en el cual las condiciones actuales se mantengan, los niveles de violencia entre comunidades en Sudán del Sur –posibles por el fácil acceso a las armas de fuego en el país– aún representarán una amenaza para la paz y la estabilidad que los habitantes de Sudán del Sur necesitan para recuperar y reconstruir un país que, en gran medida, solo ha conocido la guerra.
Para más información:
Florian Bastian Seriex, CICR, Yuba, delegado de Comunicación, +211 912 360 038, fseriex@icrc.org
Crystal Wells, CICR, Nairobi, delegada a cargo de las Relaciones con los medios de comunicación, +254716897265, cwells@icrc.org
Aurélie Lachant, CICR, Ginebra, responsable de Relaciones Públicas, +41227302271, alachant@icrc.org