La comunidad internacional debe intensificar con urgencia para detener el rápido deslizamiento de Afganistán hacia el colapso y el desastre humanitario total. Foto CICR

Se acaba el tiempo para salvar la vida de millones de personas en Afganistán

Comunicado de prensa 25 febrero 2022 Afganistán

Kabul (CICR) – La comunidad internacional debe actuar con urgencia para detener el colapso absoluto de Afganistán y desastre humanitario a gran escala, advirtieron directivos de la Cruz Roja en el marco de una visita de cinco días al país.

Seis meses después de la toma de control por parte del Emirato Islámico de Afganistán, que derivó en sanciones internacionales y un congelamiento de la asistencia, la reticencia continua de muchos donantes internacionales de vincularse con los actuales dirigentes no hace más que agravar la desesperada situación de millones de afganos que ya cargan en sus espaldas más de cuarenta años de conflicto, reiteradas sequías y la pandemia de COVID-19.

"En mis 25 años como trabajador humanitario, nunca vi algo semejante. La magnitud de la crisis que atraviesa el pueblo afgano –y la velocidad a la cual va empeorando– es por demás alarmante", señaló Robert Mardini, director general del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), acompañado por directivos de las sociedades de la Cruz Roja Danesa y Finlandesa, respectivamente. "La vida de los afganos no debe estar a merced de maniobras políticas. Es esencial que los donantes distingan el tipo de asistencia para el desarrollo que puede utilizarse como incentivo político de la asistencia que ayudará a la supervivencia del ciudadano común favoreciendo la prestación de servicios básicos por parte de las instituciones gubernamentales y evitar, así, un colapso económico. No hay tiempo que perder."

Los servicios de atención de salud están entre los que necesitan apoyo con más urgencia. Quizá no haya otro lugar donde esto se ponga más en evidencia que en el hospital regional de Mirwais, que recibe apoyo del CICR, en la ciudad de Kandahar, en el sur del país. En ese establecimiento, que presta servicio a una población de hasta nueve millones de personas en la región y en otras localidades, la demanda supera ampliamente la capacidad: unas 4000 personas enfermas o heridas solicitan atención todos los días mientras que solo hay 650 camas disponibles. Esto se debe, en parte, a que la actual crisis ha provocado el cierre de algunas instalaciones sanitarias más pequeñas y la partida de muchos profesionales al exterior.

Todos los pabellones están abarrotados. La ocupación de camas está casi al 300 % en el ala pediátrica, por ejemplo, donde se suelen encontrar entre dos y tres niños por cama. Muchos sufren malnutrición grave, cuya incidencia es cada vez más elevada, no solo en niños, sino también en jóvenes adultos. También hay víctimas de explosivos improvisados, entre ellos, el niño al que le explotaron las manos cuando levantó del suelo lo que pensó que era un juguete. Una de las alas está repleta de niños con sarampión, una enfermedad endémica en el país.

"Ver el nivel de sufrimiento que se vive aquí es muy angustiante", señaló Kristiina Kumpula, secretaria general de la Cruz Roja Finlandesa. "Afganistán ya era uno de los lugares más difíciles del mundo para ser madre o niño. Hoy es más difícil que nunca. Y las personas que vemos aquí pueden considerarse afortunadas, ya que, como muchas instalaciones de salud no están en funcionamiento, la población enferma y vulnerable se ve obligada a recorrer largas distancias, lo que para muchos no es posible hacer. Muchas personas, en definitiva, no acceden a la atención que necesitan."

"El acceso a la atención de salud es, claramente, una de las cuestiones humanitarias más urgentes en el país", comentó Anders Ladekarl, secretario general de la Cruz Roja Danesa. "El apoyo a hospitales docentes y a escuelas de enfermería es una de las maneras más eficaces y sostenibles de salvar del colapso a un sistema de salud de por sí debilitado y contribuir a su futuro. La urgencia de dirigir el apoyo correctamente reviste una importancia incalculable."

Si bien se han logrado avances encomiables, en relación con algunas restricciones, que facilitan la respuesta humanitaria, incluida una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con fecha de diciembre de 2021, que permite algunas exenciones en el régimen de sanciones, Robert Mardini ha dejado claro que los Estados deben avanzar mucho más. "La respuesta humanitaria, si bien es vital, no puede reemplazar un sector público operativo y garantizar la prestación de servicios a 40 millones de personas", indicó.

"Los próximos pasos más urgentes son abonar los salarios de más de 500 000 empleados públicos, disponer lo necesario para que puedan funcionar los servicios esenciales y reanudar la asistencia técnica al Banco Central para aliviar la crisis bancaria y de liquidez."

Por su parte, el CICR presta apoyo a 28 hospitales en todo el país por medio del proyecto Hospital Resilience Project, por el cual se pagan de manera directa los salarios de unos 10 000 profesionales de la salud, entre otras medidas. Este apoyo permite el acceso a la atención de salud de hasta 20 millones de personas. En estrecha colaboración con la Media Luna Roja Afgana y otros socios humanitarios clave, tanto del Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja como externos, se aspira a ampliar y replicar este modelo, por ejemplo, en otros sectores clave. También se han iniciado tareas para propiciar un suministro ininterrumpido de agua potable en centros urbanos por medio del apoyo a los servicios públicos de agua y electricidad.

A tal fin, en marzo, el CICR lanzará un llamamiento para una extensión presupuestaria de casi 50 millones de francos suizos (54 millones de dólares estadounidenses), la mayoría de los cuales se utilizarán para ayudar a prestar asistencia a los hospitales y al personal médico del país.

"Lo que se necesita ahora son acciones firmes por parte de los donantes, que prioricen la vida y los medios de subsistencia de los afganos sobre la política", comentó Mardini. "El costo de la inacción será mucho mayor y el desastre posterior será difícil, tal vez imposible, de revertir."

Más información:

Parwiz Ahmad Faizi, (inglés) CICR Kabul,
pfaizi@icrc.org, Tel: +93701150365

Anita Dullard (inglés), CICR Bangkok,
adullard@icrc.org, Tel.: +66 659 562 064

Florian Seriex (francés), CICR Ginebra,
fseriex@icrc.org, Tel.: +41 79 574 06 36

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