Ucrania: arriesgar la vida para restablecer la energía eléctrica en los pueblos del frente

29 mayo 2015
Ucrania: arriesgar la vida para restablecer la energía eléctrica en los pueblos del frente
Starobilsk, cerca de Severodonetsk, Ucrania, 17 de abril de 2015. Eduard Galgash, subdirector de LEO, habla con una representante del CICR en la oficina de la empresa en el distrito. CC BY-NC-ND/CICR/J. Barry

Cuando un conflicto se propaga, puede suceder que el frente separe otras cosas además de las comunidades. Es posible que divida también los sistemas de suministro de agua y electricidad y deje hogares sin luz, limite la actividad en los hospitales y obligue a cerrar escuelas.

Eduard Anatolievich Galgash, de 47 años, trabaja desde hace seis para la Asociación de Energía de Lugansk (LEO), pero nunca ha tenido que afrontar circunstancias tan difíciles como las actuales.

Cuando el conflicto en el este de Ucrania se intensificó, a mediados del pasado año, la red eléctrica que LEO tenía en toda la región de Lugansk fue una de las bajas. Como medida de emergencia, el subdirector de la empresa, Galgash, y alrededor de 90 personas más se trasladaron desde Lugansk al otro lado de la zona de conflicto y empezaron a trabajar en la oficina de distrito de la compañía en Starobilsk.

"Desde aquí cubrimos las zonas controladas por el gobierno", explica. "Nuestros colegas que se quedaron en Lugansk mantienen la red en aquel lado del frente. Estamos permanentemente en contacto con ellos, porque la red es como los vasos sanguíneos: no se puede simplemente cortarla en dos".

La economía devastada por la guerra ha dejado a LEO escasa de personal, mientras sus equipos de reparación y mantenimiento arriesgan la vida en pueblos a ambos lados de las líneas del frente para reparar cables y transformadores, en zonas que a menudo están sembradas de minas y municiones sin estallar. En el último año han muerto seis trabajadores.

Circunstancias difíciles

En la oficina de distrito, técnicos e ingenieros trabajan en circunstancias difíciles, encorvados sobre ordenadores en mesas de plástico blanco. Una pared de la sala de operaciones muestra un mapa de la red eléctrica como un laberinto gigante.

Engineers at the Starobilsk district office keep the electricity network running under difficult conditions.

Starobilsk, cerca de Severodonetsk, Ucrania, 17 de abril de 2015. Los ingenieros de la oficina de distrito en Starobilsk mantienen operativa la red eléctrica en circunstancias difíciles. CC BY-NC-ND/CICR/J. Barry

"En Lugansk, todo está informatizado", lamenta Galgash. "Pero aquí trabajamos con un sistema que se creó hace casi 50 años".

La naturaleza también hace mella. "Anoche hubo una tormenta terrible y los hombres que estaban de servicio tuvieron que salir varias veces", explica Galgash. "Se apagaron hasta las luces de nuestras cabañas", bromea, en referencia al campamento infantil de la empresa, en el que vive su equipo desde que llegó a Starobilsk. "Es el único lugar que sigue sin luz esta mañana".

"Ayudar a reparar y mantener los sistemas de suministro eléctrico y de agua restablece la normalidad para las personas que han sido privadas de ambos servicios durante un conflicto", afirma Michael Shearing, coordinador de agua y hábitat del CICR en Kiev. "También facilita un poco la vida de las familias desplazadas, a medida que regresan a casa".

El fuerte aumento de los precios del combustible, combinado con la creciente escasez de equipos y repuestos, afecta a las industrias y los servicios desde que empezó el conflicto en el este de Ucrania hace un año. En enero, el CICR facilitó a LEO repuestos y aceite para un transformador dañado, y está previsto reemplazar otros dos transformadores que prestan servicio a pueblos cercanos al frente. Con el frágil cese de las hostilidades que se mantiene desde mediados de febrero, no hay tiempo que perder.

Vida de campamento

En Starobilsk, Galgash nos llevó a ver el campamento infantil de verano en el que se aloja temporalmente el personal de LEO.

Situadas entre pinares, las cabañas y los juegos para trepar de colores vivos parecían un alojamiento poco apto para ingenieros y directivos más acostumbrados a un cómodo estilo de vida urbano que a la ruda vida del bosque.

Staff who have relocated from Lugansk to Starobilsk are living in the summer camp for children that the power company owns.

Starobilsk, cerca de Severodonetsk, Ucrania, 17 de abril de 2015. Los empleados que se han trasladado desde Lugansk a Starobilsk viven en el campamento de verano para niños que es propiedad de la compañía. CC BY-NC-ND/CICR/J. Barry

"Esta es la habitación que comparto con cuatro colegas", explicó el subdirector, mientras abría la puerta e iluminaba con su linterna las camas hacinadas y los montones de objetos personales. "Y por aquí tenemos el comedor en el que comemos todos", añadió mientras pasaba a otro edificio.

Cuando se le preguntó de qué hablaban por las noches sus colegas y él, Galgash sonrió. "Normalmente del trabajo, excepto cuando hay fútbol en televisión".

En la espaciosa cocina del campamento, tres cocineras calentaban grandes ollas de agua.

The cooks in the summer camp ladle out tea for their visitors.

Starobilsk, cerca de Severodonetsk, Ucrania, 17 de abril de 2015. Las cocineras del campamento de verano sirven el té a sus visitas. CC BY-NC-ND/CICR/J. Barry

"Normalmente cocinan para los niños durante las vacaciones de verano", apuntó Galgash al presentar a las tres mujeres. "Ahora trabajan para nosotros a tiempo completo".

"Es bastante parecido", afirmó la cocinera jefa, mientras las otras dos servían el té. "Solo que estos chicos son más altos. ¡Y comen más!".

Varias empleadas viven también en el austero campamento, incluida la hija de Galgash, que es ingeniera.

"Suponemos que vamos a estar aquí bastante tiempo", concluye su padre. "A todos nos gustaría irnos a casa", agrega con cierto aire de tristeza. "Pero, si queremos mantener la red en funcionamiento, tendremos que quedarnos hasta que la situación mejore. Nuestros colegas en Lugansk dicen lo mismo".

The ICRC visitors leave the summer camp where the displaced engineers are living.

Starobilsk, cerca de Severodonetsk, Ucrania, 17 de abril de 2015. Los representantes del CICR abandonan el campamento de verano en el que viven los ingenieros desplazados. CC BY-NC-ND/CICR/J. Barry