Comunicado de prensa

Vacuna contra la COVID-19: se deben tomar medidas para que las personas afectadas por conflictos armados no queden olvidadas

Ginebra (CICR) – A medida que las vacunas contra la COVID-19 comienzan a estar disponibles, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) espera que se tomen las medidas necesarias para que las personas afectadas por conflictos y por otras situaciones de violencia que podrían quedar últimas en la línea de espera o directamente olvidadas tengan acceso equitativo a la vacuna.

Para las personas que viven en zonas de conflicto, suele ser difícil o imposible acceder a los servicios de salud básicos. Estas personas también son vulnerables a la COVID-19 y merecen ser protegidas contra esa grave amenaza. Por otro lado, el CICR considera que más de 60 millones de personas que viven en zonas controladas por grupos armados no estatales corren el riesgo de no ser incluidas en los marcos nacionales de distribución de la vacuna.

Las comunidades marginadas, en particular, las personas internamente desplazadas, migrantes, solicitantes de asilo y detenidas, también deben ser incluidas en los programas nacionales de vacunación y reconocidas como personas que necesitan la protección sanitaria que ofrecerá la vacuna.

"El personal de salud y toda persona con un sistema inmune comprometido en zonas afectadas por conflictos armados sufre la doble carga del conflicto y de la COVID en lugares a menudos olvidados y desatendidos. Estas personas deben tener el mismo derecho y acceso a la vacuna que las demás", dijo Robert Mardini, director general del CICR.

En contextos de conflicto, la distribución de la vacuna podría verse obstaculizada por una capacidad sanitaria reducida debido a la interrupción o la destrucción de los servicios de salud, la falta de personal sanitario, una infraestructura precaria y disputas por las fronteras. La tarea de llegar a las líneas del frente y a zonas controladas por grupos armados no estatales no está exenta de complicaciones, como diversas dificultades logísticas, la necesidad de contar con permisos de viaje y la disponibilidad reducida de electricidad y refrigeración. Las medidas restrictivas y las sanciones también pueden impedir el acceso a esas zonas.

Junto con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el CICR apoyará a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, ya que tienen una función clave en la implementación de los programas de vacunación y distribución de la vacuna contra la COVID-19 en sus respectivos países.

El CICR está listo para apoyar las campañas de vacunación nacionales y facilitar el acceso de las personas que viven en países afectados por conflictos armados o por otras situaciones de violencia a la vacuna contra la COVID-19. Además, el CICR está preparado para usar su posición privilegiada y ofrecer sus servicios como intermediario neutral para garantizar que las personas que viven en zonas de conflicto, en zonas que no están controladas por los gobiernos y en lugares de detención tengan acceso a la vacuna. La exclusión de estas personas de la vacuna contra la COVID-19 conlleva un claro riesgo, dado que nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo.

El CICR pide que:

  • los Estados tomen todas las medidas necesarias para incluir en los marcos nacionales de vacunación a las personas que viven en contextos humanitarios;
  • las partes en conflicto faciliten el acceso de las poblaciones que están bajo su control a la vacuna, así como la labor de las organizaciones humanitarias y el personal de salud a cargo de la vacunación, de conformidad con sus obligaciones jurídicas, en particular las que establece el derecho internacional humanitario;
  • los Estados apoyen a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que tienen un papel clave en la vacunación contra la COVID-19;
  • los Estados mantengan y fortalezcan los servicios de salud esenciales y las campañas de vacunación de rutina. En muchos países, las campañas de vacunación contra el sarampión y la poliomielitis han sido suspendidas, y al menos 80 millones de niños menores de un año corren el riesgo de contraer enfermedades con una tasa de mortalidad significativa, como el sarampión, la difteria y la poliomielitis. Si bien la vacuna contra la COVID-19 es urgente, hay otras vacunas que también son muy necesarias y deben ser suministradas.

Se debe invitar a miembros de la comunidad, voluntarios de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y líderes religiosos y comunitarios a que ayuden a definir e implementar los planes de vacunación. Será fundamental interactuar con las comunidades y brindarles información precisa para el éxito de los programas de vacunación contra la COVID-19 y la protección del personal de salud.

"Junto con sus socios del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el CICR está listo para contribuir a la distribución de la vacuna contra la COVID-19, especialmente en zonas afectadas por conflictos, en las zonas aledañas a las líneas del frente, que suelen quedar relegadas, y en los lugares de detención", dijo el señor Mardini. "También daremos prioridad a las vacunaciones de rutina y trabajaremos para brindar información fiable sobre las vacunas."

Para más información:

Jason Straziuso, CICR, Ginebra, jstraziuso@icrc.org, +44 79 949 35 12

Ewan Watson, CICR, Ginebra, ewatson@icrc.org, +44 79 244 64 70