Al norte de México, en Caborca, Sonora, el clima es árido y las temperaturas altas. Muchas personas migrantes llegan al punto de atención deshidratadas. Los voluntarios de la Cruz Roja Mexicana les dan agua y les atienden para que recuperen sus fuerzas.
El punto de asistencia de Ciudad Serdán, Puebla, está entre la carretera y las vías del tren. Ahí se ofrecen llamadas gratuitas a las personas migrantes para que puedan comunicarse con sus seres queridos. Además, un médico de Cruz Roja Mexicana atiende a quienes tienen necesidades de salud.
En Corinto, frontera de Honduras con Guatemala, Hayra Cárcamo, voluntaria de la Cruz Roja Hondureña ayuda a personas migrantes retornadas a contactar a sus familias, ofreciéndoles llamadas telefónicas gratuitas al ser deportadas de México. Así, pueden avisarles cómo están.
Byron Vásquez, voluntario de la Cruz Roja Hondureña brinda atención médica prehospitalaria a un migrante repatriado en el punto de asistencia en Corinto, Honduras.
En el Centro de Atención al Migrante Retornado en Omoa, Honduras, voluntarios de la Cruz Roja Hondureña brindan llamadas gratuitas. Esto favorece a mitigar las consecuencias humanitarias y psicoemocionales de los migrantes; facilita su búsqueda en caso de emergencia, y da tranquilidad a sus familiares. En la imagen recibe el servicio un migrante repatriado.
En Salto del Agua, Chiapas, sur de México, se localiza Santa Martha, uno de los primeros albergues que encuentran las personas migrantes después de cruzar la frontera entre Guatemala y México. Después de días enteros de caminar, frecuentemente, los migrantes llegan con heridas en los pies, que los voluntarios atienden con delicadeza y esmero.
Misael es paramédico en la Cruz Roja Mexicana. Él atiende a personas migrantes en la frontera entre Guatemala y México. Su mayor satisfacción es volverlas a encontrar días después más adelante, en algún albergue de la ruta, como el de Santa Martha. Le alegra saber que siguen bien.
Muchas personas migrantes sufren amputaciones por alguna incidencia grave de las que enfrentan en la ruta. En Tapachula, Chiapas, sur de México, voluntarios de la Cruz Roja Mexicana trasladan a estas personas para que puedan recibir rehabilitación física como parte del programa de asistencia a personas migrantes amputadas.
En México y Centroamérica, miles de personas deciden dejar sus hogares y asumir numerosos riesgos para tratar de escapar de situaciones de pobreza y violencia. Varias Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de la región, junto al CICR, han instalado puntos de asistencia a lo largo de la ruta migratoria. Estos lugares pretenden atender las necesidades básicas de los migrantes para mitigar las consecuencias humanitarias que sufren. Los puntos son operados por voluntarios de las Sociedades Nacionales de México, Guatemala y Honduras. Ellos trabajan a diario en asegurar que las personas migrantes reciban atención médica básica, agua y llamadas gratuitas, entre otras atenciones.