Enfermos, heridos y náufragos

La protección de los enfermos y los heridos en los conflictos armados fue el principio fundamental del Primer Convenio de Ginebra, firmado en 1864, y continuó siendo el principal objetivo del derecho internacional humanitario cuando éste se extendió a otros aspectos de la conducción de las hostilidades y se plasmó en los Convenios de Ginebra de 1949, los tres Protocolos adicionales y otros tratados.